El veterano artista, que defiende la tradición salzillesca, ofrece en Alcantarilla una muestra con una selección de las reliquias de su taller familiar.

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Toda una vida dedicada a la artesanía murciana, sobre todo a las figuras del tradicional belén murciano. Aurelio Mirete cumple ahora 78 años de edad. Su padre, a principios del pasado siglo, puso en marcha un taller de belenes y otras artesanías, oficio que ha seguido la familia con la firma de Hijos de Juan Antonio Mirete. Ahora, en la planta baja del Casino de Alcantarilla, puede contemplarse una colección de sus mejores obras que la empresa conserva como reliquia familiar, pues fueron de las primeras figuras que salieron de este taller.

- Imagino que su padre sería su maestro en el arte belenístico.

- Por supuesto. Mi padre, Juan Antonio, que Dios tenga en buen lugar. De él heredé no sólo el negocio, sino ante todo su estilo de trabajar y su empeño en hacer las cosas a la perfección siguiendo la auténtica tradición del belén de Salzillo. Nuestro taller llegó a tener hasta treinta trabajadores, pues no sólo nos dedicábamos al barro sino que también hacíamos muchas cañas de pescar. Trabajábamos el cartón haciendo cabezudos y las figura gigantes para las fiestas, pues a mediados del siglo pasado no había fiesta en cualquier rincón o aldea de la Región, y por pequeño que fuese el pueblo, que no iniciaran las fiestas con la charamita y el desfile de gigantes y cabezudos que abrían todo el cortejo festivo. También las caretas para carnaval, y mi mayor pasión ha sido hacer frailecicos de porcelana. Ahora continúan con la tradición mis hijos Aurelio y Otilia, y mi hija Pepita también ha seguido en cierto modo este estilo de trabajar, pero como diseñadora gráfica.

- Ustedes se propusieron que su taller fuese como el de Salzillo.

- El belén de Salzillo no se puede superar. Además debemos tener en cuenta que cada artesano tiene su propio estilo. A él se le puede imitar, y eso es lo que siempre hemos tenido nosotros como norma: llegar al máximo en la imitación, pero lógicamente cada figura de belén que empezaron saliendo de los talleres que teníamos frente a la FICA salían con el corazón de Mirete mirando a Salzillo, y así continuamos.

- ¿Por eso se trasladaron después al barrio de San Andrés?

- Casualidades de la vida. Cuando ya llevaba yo el taller me casé con quien es el mayor amor de mi vida: Vicenta, pues sin ella yo no hubiera podido continuar con toda la empresa. Trasladamos el taller justo enfrente del museo Salzillo.

- ¿Qué figuras del belén ha preferido trabajar?

- Los pastores, muchos pastores pues te ofrecen la posibilidad de moldearlos de mil maneras, y por supuesto con sus rebaños, y de bastantes ovejas.

- ¿Ha trabajado con algún barro especial?

- La arcilla es el elemento básico, pero el mejor barro para hacer las figuras del belén era el tarquín que quedaba después de las riadas, nosotros recogíamos grandes cantidades. Y aún mucho mejor que el tarquín del río es el que venía por el Reguerón, cuando había una riada siempre nos íbamos a Sangonera a recoger la máxima cantidad de barro posible, como este ninguno.

- ¿Qué no puede faltar en un belén?

- El nacimiento, sólo con él es suficiente. Incluso ahora que los espacios de las casas son pequeños, no como antiguamente las casas de huerta que el belén ocupaba toda una habitación. Yo recomiendo que cada familia, cada hogar, monte su nacimiento y por supuesto de estilo salzillesco.

- ¿Ha observado actualmente figuras o elementos raros en otros artesanos belenistas?

- Bueno, de esto no quiero ni hablar, pues a veces en exposiciones o mercadillos he tenido que volver la vista para no verlos. Pero entiendo que cada vez más se vaya a buscar nuevas formas, nuevos estilos e introducir otros elementos.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 1/03/2009 and is filed under , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.