El médico recomienda hacer ejercicio y cuidar las posturas antes de cargar con un trono.
Más de la mitad de su vida llevando a hombros la Semana Santa. El médico cartagenero Jorge Gómez Cervera (1956), que es traumatólogo de vocación y procesionista de tradición, ha soportado durante 30 años el peso del trono de la Piedad y durante 12 el del Cristo del Medinaceli. Por su afición y por su trabajo sabe de sobra qué se siente y qué riesgos conlleva tener que aguantar tantos kilos de peso sobre los hombros durante dos y tres horas. Ayer intervino en el Congreso.
- Supongamos que tengo 18 años y que quiero ser portapasos. ¿Hay riesgos para la salud con esa edad?
- No, pero es muy importante elegir bien dónde se quiere salir y por supuesto, seguir las indicaciones de los capataces porque si no vas a sentir peso o dolor y te puedes lesionar.
- ¿Cuáles son las lesiones más frecuentes en un portapasos?
-Sobrecarga muscular, contracturas, lesiones de miembros inferiores y rozaduras. El peso es excesivo y las posturas de los portapasos no son las adecuadas.
- ¿Se recomienda realizar algún ejercicio antes de cargar un trono?
- Por supuesto. Vale de todo, desde ir al gimnasio, hasta salir a correr. Lo que pasa es que somos muy sedentarios y la gente no se da cuenta de que para esto hay que mantener una buena condición física.
- Ya que la preparación física es fundamental, desde el punto de vista médico, ¿es saludable que una persona lleve en una misma Semana Santa más de un trono?
- Eso es una burrada. En Cartagena tenemos esa fea costumbre. De los tres o cuatro tronos que saque una persona, saca uno bien y tres mal. La gente no tiene que salir por salir, yo no veo esto correcto. Hay que dejar que nos releven las nuevas generaciones.
- Sí, pero aun así hay muchas personas que se resignan a dejar de salir de portapasos cuando llegan a la edad máxima: 45 años.
- Ya. A nosotros los médicos nos da miedo que una persona realice una actividad que no es la adecuada a su constitución, a su desarrollo físico, ya que cuanto mayor eres hay más riesgos de lesiones. La edad límite es de 45 años, pero yo creo que una persona con 50 años puede seguir saliendo igualmente, eso sí, sabiendo que está en plena forma física.
- Entonces, ¿se deberían realizar revisiones médicas periódicas?
- Sí, pero a todos los portapasos. El problema es que el pueblo aún no se ha concienciado de ello y en sitios como en Cartagena aún no se ha conseguido. Deberían hacerse estudios antes y después de la procesión.
- Aparte de eso, ¿considera que también deberían ensayar para adaptarse al peso y a las posturas?
- Por supuesto. El problema es que en la Semana Santa no hay gente que se dedique exclusivamente a esto y entonces si no hay tiempo no hay ensayos. La Semana Santa la tenemos como una cosa de diez días. Es cierto que en el mundo médico podríamos dedicarnos a prever eso. Poner un centro de atención que se dedicara a informar a los potrosas de lo que deben hacer, dónde tratar las lesiones, donde se les realice un reconocimiento...
- ¿Y no se lo han planteado?
- Sí, pero es un tema muy delicado y no podemos meterle miedo a los pocos que salen para que se echen atrás y nos quedemos sin nadie por obligarles a pasar exámenes médicos. Espero ser yo en unos años uno de los que rompan la lanza.
- ¿Considera que los capataces de tronos están preparados para indicar qué se debe hacer?
- Ellos son los primeros a los que hay que educar. No conocen los riesgos, pero el día a día les conciencia mucho. Ahora son más estrictos con el tema de la edad, el del tallaje y las procesiones.
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