Si ibas a un pueblo a festejar con la novia o a ver una película al cine, siempre había alguien que por una peseta te guardaba la bicicleta.

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Salvador Nadal vive en plena huerta murciana, en la pedanía de Rincón de Seca. Se formó en la Escuela de Maestría Industrial especializándose en matricería. Toda su vida profesional la ha dedicado a trabajar en fábricas de envases metálicos, principalmente en fábricas de conservas, pero su ilusión está en las bicicletas de época. Cumple ocho años especializándose en el tema, y ahora, ya jubilado, es su principal hobbie.

- ¿De qué época son las bicicletas que usted viene restaurando? ¿Se puede hablar incluso de una historia o evolución de las bicicletas?

- Por supuesto. Parte de ellas son de mediados del siglo pasado, otras de los años setenta y han ido realizando innovaciones en el mismo diseño o, principalmente en los materiales que han utilizado. El sistema de acoplamiento de los frenos ha ido evolucionando con el tiempo; en las más antiguas si frenabas, y a su vez girabas hacia atrás normalmente se salían los frenos de su sitio por completo. Inicialmente salieron las bicicletas de setecientos centímetros de altura y después la redujeron, cosa que no entiendo pues las personas antes eran más bajas y después el promedio de altura ha ido creciendo, si bien en las bicicletas el proceso ha sido al contrario.

- ¿Cuántos radios tienen?

- Treinta y seis radios cada rueda y todos del mismo grosor.

- ¿Tienen limitador de peso?

- No. Siempre se han utilizado para transportar la hierba de los animales, sacos de yeso o atobas para hacer las casas, y en aquellas situaciones que quienes las utilizaban tenían que cargar mucho peso los radios se los cambiaban por otros de hasta tres milímetros de grosor, pero por ello no te multaban.

- ¿Acaso existía una normativa para circular en bicicleta?

- Por supuesto, y era normal que te multase la policía local si no llevabas luz y viajabas por la noche. En lo que más multas ponían era si íbamos en doble fila.

- ¿Existen diferencias significativas entre la bicicleta de hombre y la de mujer?

- Por supuesto. El punto clave está en el cuadro. En el caso de la bicicleta del hombre el cuadro es recto; digamos que el centro de la bicicleta lo forma un triángulo entre el sillín, la cadena de darle impulso a la rueda trasera y la parte delantera de la bicicleta; si bien en el caso de las mujeres el hierro del cuadro se convierte en una curva y baja desde el manillar hasta la parte central de la bicicleta donde se le dan los impulsos a la cadena para transmitirle la fuerza del movimiento.

- Me llama la atención el cepo de las bicicletas de hombre y los timbres en el manillar izquierdo.

- El cepo servía para poner el bocadillo y los timbres en la izquierda dejan libre la mano derecha por si necesitas frenar con la derecha, pues frena la rueda trasera.

- Sí, pero imagino que les pondrían una buena cadena, pues ahora sujetas una bicicleta a la farola y a la media hora te la encuentras sin ruedas.

- Antes prácticamente todo el mudo tenía bicicletas y no se producían ese tipo de robos; en cualquier caso también habían guarda bicicletas en muchos sitios. Si ibas a un pueblo a festear con la novia o a ver una película en el cine siempre había alguien que aplastaba los tormos de un bancal, lo rodeaba con palos y cordeta y allí dejabas guardada la bicicleta toda la tarde por una peseta. En Murcia ocurría lo mismo, sobre todo, en la Calle Cartagena.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 9/16/2009 and is filed under , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.