Los huertanos son más bien conservadores y reticentes a los cambios, por eso los bandos tratan, ante todo, temas que han producido un cambio en la forma de vivir.

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Difícil es localizar a Francisco Vidal por la Ribera de Molina con este nombre. Él es Paco el Niño, la cuarta generación de la saga de El Niño. Y a mucha honra, apostilla él. Vive en plena huerta, junto al Segura, muy poco fue a la escuela pero su astucia ha sido más que suficiente para escribir y ganar multitud de premios escritos en panocho; ahora en estas fechas festeras no paran de llamarle de un sitio para otro para que se ponga la montera y recite una soflama desde el escenario, aunque tenga que sacarle los colores al alcalde del pueblo, que será el que al final también le tendrá que pagar. Ha escrito un libro en panocho: He dicho, que ya va camino de la tercera edición

- ¿Qué diferencia hay entre la literatura murciana y los bandos panochos?

- ¿Uf, en qué follón lingüístico quiere meterme usted! Con tanto experto en el tema y tenía que fijarse usted en mí que voy de alpargatas Pero bueno, yo le diré lo que sé. Y el que dice lo que sabe no yerra, por tanto, sin problemas, yo le diré mi opinión. Para mí, el bando panocho es una parte de la literatura murciana pero entendiéndolo como el lenguaje de la huerta. Hay muchas cosas escritas y otras que no lo están; en la literatura murciana entran muchas cosas: la novela costumbrista, la poesía, el teatro, la zarzuela, etc.

- Vale, pero ¿qué es el panocho?

- Es muy difícil de definir, sobre todo cuando incluso se menosprecia lo que se entiende como lenguaje de la huerta de las pedanías y campos.

- ¿Es un lenguaje inculto?

- Depende, yo más bien diría que es un lenguaje rústico que tiene su propio estilo, sus propios giros y palabras con un significado muy específico. Lo que ocurre es que no sólo hay que tener en cuenta las palabras o los términos en sí, si no también la forma de decirlo. Y el hombre de la huerta o del campo es poco refinado, habla muy alto y eso da lugar a que a veces se desvirtúe o se malinterprete, cuando, en sí, es un lenguaje tan culto como el del señorito que pasea con los zapatos relucientes por Trapería.

- ¿Usted qué es? ¿Panochista o recitador del lenguaje murciano?

- Para ser más exactos yo me defino como panochista. Mis primeros pinitos los hice cuando tenía 12 años y dos años más tarde ya escribía romances en panocho o escenas de teatro, pero siempre utilizando el panocho.

- ¿Se puede vivir del panocho?

- ¿Qué va! Se moriría usted de hambre; es muy difícil, dificilísimo que se pueda vivir del panocho, yo aún no conozco a nadie. Mire usted, con el panocho se gana nostalgia, buenos ratos con los amigos. Es una faceta humana de relaciones con los demás, sobre todo recitándolo en los tablaos o en conversaciones con un chatito de vino por medio.

- ¿Qué piropo en panocho le diría usted a una buena moza huertana?

- Para empezar tengo que decirle que todas las huertanas son buenas mozas y no hay expresiones o frases ya echas. A veces es sólo cucarles el ojo, una mirada, una sonrisa. Las huertanas nos entienden muy bien a nosotros sin tenerles que decir nada.

- Pues dígame un taco.

- Mire, los tacos normales tienden a ser groseros, pero ya que insiste, le puedo enseñar algunos: me cache en brevas, caten en crillas, cago en nadie; algunos de estos tacos, la verdad que son inocentes y al final no se ofende nadie, pero si das a entender que ya estas hasta los...

- ¿Qué aspectos tratan más los bandos panochos?

- Sobre todo las costumbres. Los huertanos, las personas que están pegadas a la tierra, son más bien conservadoras y reticentes a los cambios, por eso se tratan, ante todo, temas que han producido un cambio en la forma de vivir.

- Si tuviese que hacer ahora un bando, ¿a quién azuzaría?

- Ahora hay muchísimas cosas para criticar. Y yo no sé ,como siga así la cosa, hasta dónde vamos a llegar, pero me metería con el euro, los ordenadores y los transgénicos. ¿Uf, es que no quiero calentarme! He dicho.

Se ha de resalta el siguiente comentario de un lector del Diario de la entrevista:

Me alegro de la entrevista que el diario murciano La Verdad le realiza a Paco el Niño, panochista de pro y alma mater del nuestro panocho. Debo rectificar dos inexactitudes. La primera, es que Paco el Niño, no es de La Ribera de Molina, sino de El Llano de Molina y la segunda es sobre la noticia de que apenas fue a la escuela. Francisco Vidal López, "Paco el Niño", curso estudios de Magisterio en la extinta Escuela Normal "San Isidoro" de Murcia entre los años 1967 y 1970, lo mismo que el que suscribe y en la actualidad, nuestro amigo Paco está de Director en un Colegio de Ceutí. Dicho esto, queda corregido el error.

Saludos. José Antonio Cabezos Gómez.

Ojeado en La Verdad.

This entry was posted on 9/09/2008 and is filed under , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.