El diestro de Cehegín, de 16 años, debuta hoy en la Feria de Murcia.

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En el cartel de lujo de la Feria de Murcia -con José Tomás, Ponce o El Juli, entre otros- se ha colado esta tarde Antonio Puerta, un joven novillero natural de Cehegín que debuta de luces en casa con una novillada que promete espectáculo.

-¿Qué se siente al debutar de luces en la Plaza de Toros de Murcia, en su casa?

-Es un sueño que va a convertirse en realidad. Torear en casa y empezar aquí es algo que todo el mundo quiere y que muy pocos consiguen. Hasta que no me vea haciendo el paseíllo el día 10 no sabré explicar qué se siente.

-¿Cómo definiría el arte de torear?

-No existe una definición para explicar lo que significa. Es algo que el que lo lleva dentro no sabe definirlo con palabras, la única forma de explicarlo es en el ruedo, dentro de la plaza.

-¿Quién es su referente?

-Con 16 años te fijas en todos los toreros, porque si de algo estoy seguro es que todo aquél que se haya convertido en matador de toros tiene algo especial de lo que yo puedo aprender. Sí es cierto que si quieres llegar a ser algo en éste mundo tienes que perfeccionar tu propio estilo y ser distinto a ellos, porque si no no llegas a ningún lado. Pero Manolete o Pepe Luis Vázquez siempre están muy presentes.

-¿A quién le gustaría ver hoy en el tendido?

-Además de mi familia y de gente de mi pueblo, Cehegín, sería un orgullo que estuvieran dos grandes maestros como Pepín Liria y Antonio José López Rubio.

-En el momento del paseíllo, los toreros tienen una mirada especial, distinta. ¿Qué piensa usted en ese momento?

-Simplemente miro a mis compañeros y me digo a mí mismo que nadie va a pisar mi terreno.

-¿Llama usted a alguien después de cada faena?

-A nadie en especial, porque para mí lo más importante es mi familia, y suelen venir siempre a verme torear. Lo que sí echo mucho de menos después de cada tarde es a un tío y a un abuelo míos. Me hubiera encantado que hoy vivieran éste momento a mi lado y me acordaré mucho de ellos.

-Cuando llega a casa después de torear, ¿qué pasa por su cabeza?

-Normalmente analizo los errores que hubiera cometido para tratar de corregirlos. Soy novillero y mi aprendizaje es continuo; tenemos muchas ganas pero también cometemos más errores. Es importante también relajarte para retomar el trabajo al día siguiente.

-Se dice que los toreros están hechos de otra pasta. ¿De qué pasta?

-El torero es como el resto de personas, está hecho de carne y hueso. Si nosotros nos ponemos delante de un toro es porque nuestro cuerpo nos lo pide desde el interior, lo sentimos dentro. Pienso que es igual que el piloto de motos, que tiene el riesgo de sufrir una caída y partirse en dos.

-Si no fuera usted torero, ¿qué le gustaría ser?

-No me lo he planteado nunca porque quiero ser torero. De no serlo me daría igual la profesión; lo que sí sería es un hombre humilde y honrado.

-¿Cómo reaccionaron sus padres cuando dijo aquéllo de: papá, quiero ser torero?

-Al principio pensaron que era cuestión de broma, hasta que me quise apuntar a la Escuela Taurina, entonces vieron que iba en serio. Ahora mi madre está un poco asustada.

-¿Le asusta la muerte?

La muerte asusta a todo el mundo, pero un torero sabe que cuando salta a la plaza es a morir, no puede tener medias tintas y tienes que entregarte al máximo. Si no lo haces así, tienes que dedicarte a otra cosa.

Ojeado en La Verdad.

This entry was posted on 9/10/2008 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.