Cultura y Tradición a través de Imágenes

Normalmente son de raso blanco y llevan bordados a mano un ramo de flores de colores llamativos.

Josefa López no puede negar que es una mujer curtida en el campo, con las penurias de la tierra, pero también con la alegría de disfrutar de lo bueno, pues como ella dice «lo malo viene solo». Su casa, edificación típica de mitad del siglo pasado, es un paraíso en Los Martínez del Puerto, en mitad del campo murciano. Las macetas ordenadas y cuidadas con el máximo esmero, dejan sólo el espacio suficiente para pasar entre ellas. Un lugar donde recrearse e introducirse en un mundo de infinidad de colores y aromas. Los muros de su terraza con jazmines y rosales que trepan hasta lo más alto. En realidad es el mundo que ella, a sus sesenta y seis años de edad traslada con hilos multicolores bordados a mano a lienzos de tela para las carreras de cintas a caballo, el festejo más autóctono de los pueblos del campo murciano. Es el trofeo más preciado que cualquier joven puede tener el honor de atárselo al cuello tras un alarde de equilibrio sobre el equino. Ella es la única mujer bordadora de pañuelos para las carreras de cintas a caballo del campo murciano.

Fisgoneado en La Verdad.