Cultura y Tradición a través de Imágenes

CARTAGENA. El lápiz de Eduardo Martínez Martínez, cartagenero de nacimiento, recogió durante seis años la historia de la ciudad de Cartagena en las páginas del diario elfaro con un tinte humorístico y “retórica arcaica”, que muestra el buen dominio de la lengua de este cronista que, como él mismo cuenta, aprendió solo, “leyendo libros de poetas del siglo XIX”. Ahora, un libro, ‘Retazos’, recoge los más de 300 artículos que este escritor por devoción publicó desde el año 1999 hasta el 2006.

El libro se presentará hoy en el Palacio Consistorial de Cartagena a las 12.30 horas, con la presencia del autor; la concejal de Cultura, Rosario Montero; el concejal de Deportes, Alonso Gómez; y el director general de Prensa del Sureste, Manuel Ponce. Eduardo Martínez es un claro ejemplo de superación personal, como él mismo indica. “Cuando uno quiere algo, cueste lo que cueste, lo consigue”, afirma, ya que las circunstancias de aquel momento no le eran muy favorables para el desarrollo de su carrera como cronista.

El escritor recordó cómo desde niño, “cuando todavía los chicos íbamos jugando con el aro por la calle y llevábamos pantalón corto”, ya se interesaba por reflejar la actualidad a través de dibujos caricaturescos. Así, rememoró cómo siendo “aún muy joven” se marchó a Barcelona atraído por las revistas editoras de humor gráfico, ya que “la mayoría se ubicaban allí”.

Tras años dibujando en Barcelona y Madrid, las circunstancias familiares le obligaron a volver a su tierra natal para hacerse cargo de un negocio familiar, una chatarrería. Fue en este momento cuando, Eduardo Martínez, se lanzó a la aventura de reflejar de forma irónica la vida y la sociedad de una ciudad que había conocido desde muy pequeño. El autor ha querido recoger ahora estos ‘Retazos’ de historia en breves textos escritos durante sus años como cronista.

“Los humoristas están preparados para todo, incluso para ser presidentes”

El autor de ‘Retazos’, Eduardo Martínez, se considera independiente desde el punto de vista político, irónico a la hora de reflejar la realidad y una buena persona, ya que “no quiero hacer daño a nadie con mis breves pinceladas”. El autor indicó que el humor es la base de su obra como escritor y pintor, y sobre todo de su vida.