Andrés Macanás Botía cree que los seguidores del Vespino tienen un estigma especial y de alguna forma están marcados: «era frecuente que la persona que iba de ocupante se quemara con el tubo de escape, por encima del tobillo. Hay personas que tienen la cicatriz. Quienes tienen esa marca, son la pata negra del Vespino». Todo empezó hace un año, cuando un Vespino modelo GL del año 76 arrancó desde Castellón y se plantó en París en dos días. La gesta la firmó Valentín Salvador, líder vespinero y coordinador a nivel nacional de esta sana locura. La travesía despertó el interés de todos los aficionados al Vespino e hicieron que se organizara esta fiesta en honor al mítico ciclomotor. Ahora, la misma máquina, recorrerá las 47 capitales peninsulares de España sin apagar el motor. Desde que en 1968 se fabricara la primera unidad, éste se ha convertido en todo un signo de la cultura española y testigo del desarrollo social experimentado.
- La primera pregunta es obligada: ¿por qué se ha organizado algo tan peculiar?
- Esta fiesta se debe a que no sé qué ocurre, pero las personas que tienen un Vespino parado 10 o 15 años ni lo tiran, ni lo venden. Hay una cuestión afectiva ligada a este ciclomotor que lo convierte en algo especial.
- Pero, ¿qué tiene un Vespino?
- Se trata de un producto español, fabricado en Madrid, del que muchos sentimos un profundo cariño. Para los quinceañeros de mi generación es un signo de libertad y una parte de nuestra Historia. Tiene una mecánica simple pero potente, y nada de electrónica. La persona se convierte en su propio mecánico.
- ¿Qué le aporta?
- Los seguidores del Vespino lo consideramos un hobby que se convierte en una válvula de escape para no caer en enfermedades modernas como el estrés. Repararlo y mantenerlo relaja.
- ¿Cómo está organizada La Vuelta a España?
- Se partirá el próximo domingo desde Vall de Almonacid (Castellón). El objetivo es que los organizadores de cada etapa se fotografíen delante de cada Ayuntamiento. Yo estoy organizando la etapa que sale desde Alicante y llega hasta Góñar (Almería), parando en Murcia, por supuesto.
- Pero ¿por dónde van a circular?
- Carreteras nacionales, vías de servicio de autopistas... Cada piloto ha elaborado su rutómetro particular
- ¿Viajarán solos?
- La comitiva estará formada por el vespinero viajero acompañado de una furgoneta con 3 personas. Además de recambios para posibles contratiempos, éstos rotarán sobre el ciclomotor.
- Me tiene usted sorprendido. Y la asociación que usted preside ¿qué finalidad tiene?
- Se trata de una asociación cultural. Todo lo que tenga que ver con la historia de la Región de Murcia ligada al Vespino vamos a investigarlo en profundidad. Usamos el Vespino como excusa para organizar todo tipo de actividades. Y, además, servimos de intermediarios para que gente como nosotros encuentren recambios que necesiten para restaurar su Vespino.
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