JUAN PÉREZ DE GUZMÁN Y MARTÍNEZ DE CAMPOS QUINTO MARQUÉS DEL CAMPILLO (EL ESPARRAGAL).

018D4LORP1_1 Duque

El marqués se emociona en la visita a 'su antiguo señorío' invitado por los vecinos de la pedanía murciana con motivo de las Fiestas Patronales.

Aunque vive en Madrid, Juan Pérez de Guzmán pasa largas temporadas junto a la costa murciana practicando los deportes de vela. Licenciado en Derecho, ha trabajado durante treinta años en la compañía de Iberia, quince de ellos como comandante de vuelo. La lectura, el senderismo por el campo y tratar con las gentes de a pie son sus principales pasiones. Fue en 1797 cuando sus antepasados recibieron el título nobiliario de manos de Carlos IV y entre otros territorios incluía el Heredamiento del Campillo del Esparragal, en Murcia Ahora con motivo de las fiestas patronales del Campillo, ha sido presentado a todos los vecinos y participa en las fiestas de la pedanía murciana, de cuyo nombre él ocupa el quinto título de marqués.

- ¿Qué caracteriza a quien porta el título nobiliario de marqués en el siglo XXI?

- Para mí quien porta el título de marqués actualmente es una persona de esta misma época en la que vive, con una forma de pensar actual, respetuoso con su entorno; y al igual que ocurre con cualquier otro vecino, hay marqueses en quienes predominan las virtudes de la bondad y la generosidad. En mi caso he querido honrar a mis antepasados y mantener un título que ellos obtuvieron a finales del siglo XVIII, pues yo tengo gran apego a mi familia, tanto a mis antepasados como a mi familia actual.

- ¿Por qué motivos concretos se concedían entonces los títulos de marquesado?

- Estos títulos los concede sólo la Casa Real; en aquellos entonces eran consecuencia de favores que se les concedía a la los reyes para que éstos pudieran conseguir un objetivo concreto y a cambio él concedía estos títulos.

- Entonces podríamos decir que incluso tenían más poder que el rey.

- En realidad la nobleza en el Antiguo Régimen era quien ponía y quitaba reyes; la nobleza en sí era quien organizaba la estructura política del poder en la época feudal; de ahí las redes de parentesco que se establecían entre familias nobles para reforzar las élites de poder y ampliar dominios de territorios.

- Me parece de gran importancia para la historia los dominios sobre tierras y gentes y sobre todo para comprender el momento actual.

- Aquella era otra época, aunque evidentemente han cambiado muchas cosas, y gracias a unas leyes, la Constitución, proclamada para todos, digamos que se basa en la igualdad y la eliminación de privilegios. Pero muchas veces, e incluso actualmente, se producen unos mecanismos que no están tan lejanos de lo que ocurría hace varios siglos, sólo han cambiado en algunos casos los códigos y formas de establecerse.

- ¿No es anacrónico mantener hoy un título nobiliario?

- Es como quiera tomarse en la vida. Antes era un privilegio, pero como le he comentado para mí se trata de honrar a mis antepasados.

- ¿Cuáles fueron sus sentimientos cuando por vez primera pisó la tierra del Campillo del Esparragal y divisó parte del territorio que perteneció a sus antepasados?

- Lo fui observando todo con mucha curiosidad y cariño, me sentí muy acogido por el primer grupo de gentes que me ofrecieron su afecto, especialmente por Francisca Pastor y su marido; en realidad por aquel grupo de doce grandes amigos, contemplé con entusiasmo la patrona... No sé, son sentimientos que uno vive profundamente.

- Le voy a confesar un deseo: me gustaría ser duque de El Raal, ¿Qué debo hacer?

- Es difícil, pero no imposible. Debe participar en una dura contienda y salir herido; además a este título nobiliario también podría unírsele en su caso el de Grande de España.

Ojeado en La Verdad.

This entry was posted on 7/03/2008 and is filed under , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

1 comentarios:

On 3 de julio de 2008, 11:14 , supersalvajuan dijo...

Alodio, feudos y malos señores, y malos vasallos siempre habrá.