El castellano pierde a Delibes.
3/13/2010 | Author:

Fallece en Valladolid a los 89 años el autor más admirado de las letras hispanas. El escritor vallisoletano deja un legado impagable como fabulador, cronista, rescatador y notario de la lengua.

3258216

El escritor Miguel Delibes, delante de su retrato, en su casa de Valladolid.

Duelo profundo y unánime en el planeta de las letras hispanas por la muerte de Miguel Delibes. El castellano pierde con él a su gran maestro y su mejor valedor, el escritor más capaz y brillante en la milenaria lengua de Cervantes durante el último medio siglo. Delibes deja un legado impagable como fabulador, cronista, rescatador y notario magistral de una lengua que conoció y utilizó como nadie, que enseñó a amar e hizo disfrutar a millones de lectores de varias generaciones.

Sentido y hondo dolor en el adiós a un maestro de la palabra escrita que escaló con modestia y autoridad a la cumbre de la literatura como el más respetado creador de una generación muy brillante, la de los Ferlosio, Laforet, Cela, Aldecoa, Martín Santos, Caballero Bonald, Matute o Martín Gaite y la de Francisco Umbral, a quien mostró el camino de la prosa limpia.

Nacido en Valladolid el 17 de octubre de 1920, Miguel Delibes Setién se licenció en Derecho y compartió el periodismo con la docencia como profesor de Derecho Mercantil, tras haber trabajado como caricaturista y empleado de banca. Irrumpió en el planeta de las letras, que ahora se duele por su muerte, con una novela de palabra clara y contundente que revolucionó el gris panorama de una aletargada literatura ibérica atenazada aún por el dolor de la posguerra: 'La sombra del ciprés es alargada', un relato sobre la pérdida de la felicidad que en 1947 le proporcionó, con sólo 26 años, el joven y pronto prestigioso premio Nadal. Sus narraciones reflejaron, desde entonces, la idiosincrasia, la cruda realidad y los anhelos de la España de la segunda mitad del siglo XX.

Fue el principio de una carrera siempre en ascenso en la que Delibes fue probando todos los registros, compatibilizando la urgencia del periodismo y la opinión con la paciencia del narrador de fondo y gran altura. En 1958 era nombrado director del diario 'El Norte de Castilla', puesto en el que se mantuvo hasta 1963. Cada nueva entrega como escritor era un poderoso y magistral aldabonazo que marcaba un hito, agrandaba su figura de narrador y le aupaba en el escalafón literario con títulos tan memorables como esenciales: 'Cinco horas con Mario', 'La hoja roja', 'El camino', 'Las ratas', 'Los santos inocentes' o 'El hereje', además de novelas de tono más desenfadado como 'Mi idolatrado hijo Sisí', 'El príncipe destronado', 'Las guerras de nuestros antepasados' o 'El disputado voto del señor Cayo'.

Unas obras traducidas a más de una treintena de lenguas, incluidas el sueco, el checo, el japonés y el hebreo. La muerte, la naturaleza -como avanzado del ecologismo que fue-, la caza, la infancia, la soledad y la condena de la violencia son sus temas recurrentes. La sencillez es su marca narrativa, con un ágil dominio del castellano y de sus voces rurales. Sus pasiones fueron los siete hijos nacidos de su matrimonio con Ángeles de Castro, la caza y la encendida defensa de la naturaleza, junto a los largos paseos de 'cazapalabras' por el campo con sus perros.

3258211

Miguel Delibes (segundo por la izquierda), durante su ceremonia de ingreso en la Real Academia Española.

La Real Academia Española reconocía su magisterio al acogerle en 1973 como titular del sillón 'e'. Todos los grandes galardones de su oficio irían cayendo como fruta madura, hasta coronar su apabullante palmarés con la guinda del Premio Cervantes en 1993. Antes llegaron el primer Nacional de Literatura en 1955 por 'Diario de un cazador', el de la Crítica por 'Las ratas' en 1962, el Príncipe de Asturias en 1982, el Castilla y León de las Letras en 1984, el Ciudad de Barcelona en 1987 y el Nacional de las Letras en 1991. Desde mediados de los ochenta se reclamó para él un premio Nobel que no llegó.

Un 'pollo' entre los Cervantes

La concesión del Cervantes suscitó una unanimidad que no es moneda común en el mundo de las letras. Delibes lo recibió como la entrada a una «gloriosa jubilación» que, por fortuna, no fue real. Ningún colega de letras había suscitado tamaño consenso. No hubo apenas discusión entre el jurado y celebró el galardón un público fidelísimo que nunca le dio la espalda a lo largo de seis décadas. «Le aceptan y reconocen hasta quienes no le leen», reconoció un crítico en los homenajes que se le rindieron cuando recibió, con 73 años, el premio mayor de nuestras letras. Fue uno de los 'Cervantes' más jóvenes. Su antecesora en el galardón, Dulce María Loynaz, lo recibió a los 91, lo que permitió al franco y a veces socarrón escritor vallisoletano presentarse como «un pollo entre los premiados».

Prolífico y polifacético, sin repetirse nunca, firmó Delibes casi un centenar de obras, entre novelas, libros de viajes y diarios, la gran mayoría publicadas en la editorial Destino. Su último trabajo, aparecido en 2006, es una recopilación de relatos breves titulada 'Viejas historias y cuentos completos'. Antes, la última gran obra de ficción había sido 'El hereje', la novela que marcó su 'resurrección' cuando la enfermedad le daba ya terribles zarpazos. Le proporcionó en 1999 su segundo Nacional de Narrativa casi medio siglo después del primero y de ella se han vendido más de un millón de ejemplares.

Consideró Delibes 'El hereje' como «la mejor novela» que había escrito, y confesó que con ella había recuperado el casi perdido placer por narrar. «Los premios siempre me han parecido estupendos. Es cierto que procuran gran satisfacción y éste en concreto viene a confirmar que ésta era mi mejor novela, la más ambiciosa, la más rica y la mejor estructurada, la mejor pensada y la mejor escrita», declaraba. Esta suerte de testamento narrativo se centra en la peripecia vital de un converso al protestantismo en el siglo XVI procesado por la Inquisición y condenado a la hoguera al ser descubierto.

Olisqueado en La Verdad.

This entry was posted on 3/13/2010 and is filed under , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.