La sala de exposiciones de San Esteban acoge hasta el 1 de junio una retrospectiva del autor murciano bajo el título 'Seguir llegando'.

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José María Falgas, ayer, delante de dos de sus obras.

El pintor murciano José María Falgas, uno de los artistas más representativos de la pintura figurativa en la segunda mitad del siglo XX, definió ayer su obra como «vanguardia» pues, a su entender, «¿qué puede estar más en primera fila que algo que está absolutamente vivo y pisando el suelo?».

En este sentido, Falgas aseguró que «lo contemporáneo es algo vital, absolutamente vivo; la vanguardia es la audacia, el atrevimiento en unos tiempos en los que se va un poco en contra de la moda». «La verdadera esencia del arte es pasar a lo popular pues, de lo contrario, no permanece, y lo popular es humanismo, es vernos reflejados en aquello que tenemos delante», aseveró.

José María Falgas (Murcia, 1929) realizó estas reflexiones haciendo de cicerone de la retrospectiva sobre su obra que, hasta el próximo 1 de junio, podrá verse en la sala de exposiciones de San Esteban, con el título Seguir llegando, y que ayer inauguró el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel.

La muestra -un recorrido por el retrato, el bodegón y el paisaje- es «consecuencia de mi propia selección de cuadros», explicó Falgas, quien dijo haber tenido «una absoluta libertad de decisión» para prepararla partiendo de la idea de «la continuidad en una forma de ver el mundo».

«El mundo, más conflictivo»

Y es que, apuntó el pintor, «al cabo de sesenta y tantos años de vida profesional, veo el mundo ahora más enriquecido, más conflictivo, como un constante reto de superación, pero mucho más rico en generosidad». Así, recordó que «he seguido el trayecto de ese desierto que era la Murcia de los años 40 y 50, e incluso de los 60, cuando no había nada en el terreno cultural, y el cambio tan extraordinario que se ha producido en todo esto, haber conseguido crear una conciencia de respeto y de amor a la cultura».

Falgas, quien reconoció que reunir las obras de esta exposición «ha costado un poco de follón» porque «soy un poco anárquico y tengo disperso todo por los estudios», comentó que, al ver de nuevo alguna de sus obras, «te llevas un disgusto de miedo, porque hay cosas que tiraría por la ventana, pero ahí está, un hijo más o menos legítimo», bromeó. Aseguró que «también hay sorpresas positivas, porque la pintura tiene una dosis tremenda de artesanía, es una idea que brota en la cabeza, te encuentras un lienzo en blanco y tienes que empezar a llenarlo de cosas». «Lo que es el factor técnico se transforma en un factor vital de ejecución, en el que interviene el buen o mal pulso si has tomado café, el estado de ánimo, la torpeza o la habilidad», apostilló. También desveló que «muchísimas veces he tenido la tentación de retocar», ya que, a su entender, «el cuadro es un elemento inacabado; siempre te queda el deseo de volver sobre aquello y muchas veces lo haces en el mismo cuadro». De hecho, comentó que hay paisajes «que he repetido, el mismo, hasta cinco y seis veces».

Su conocimiento profundo de la cultura musulmana, en especial de la zona árabe mediterránea, queda reflejado no sólo en algunas piezas seleccionadas para la exposición, sino en el propio catálogo.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 4/23/2009 and is filed under , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.