Lo femenino siempre ha sido sinónimo de delicadeza, sensibilidad, en definitiva, de bello; los tiempos cambian, pero ciertos estereotipos se mantienen.
Dos figuras antagónicas en la forma de pensar y de escribir. Pero a Ángel García y a Ana María Almagro les ha unido Moratalla y una actividad organizada a nivel nacional por el Consistorio: un concurso de relatos cortos en torno a la mujer. Ángel García, cordobés, se declara lector impenitente desde su más tierna infancia. Su trabajo ha obtenido el primer premio en dicho concurso. Ana María ha logrado el segundo.
-¿Por qué la mujer a lo largo de la historia ha sido la figura a la que tantos poetas y escritores han dedicado sus obras?
- [Ángel] El hecho de esa mayoritaria dedicación a lo largo de la historia a los temas femeninos, además de la fascinación que puede producir en el hombre el que las mujeres den la vida, se deriva de la realidad, puesto que tradicionalmente sólo han escrito hombres.
-[Ana] La idealizada figura femenina, tiene mucho que ver con esa otra a la que escritores han cantado. Lo femenino siempre ha sido sinónimo de delicadeza, sensibilidad, en definitiva, de bello y aunque los tiempos cambian, es difícil que ciertos estereotipos se modifiquen.
-Si tuviéseis que desnudar a una mujer en un relato corto ¿qué diríais de ella?
-[Ángel] Expresaría exactamente lo mismo que de un hombre: en sí la esencia humana; esto es los sentimientos, anhelos, expectativas, esperanzas, miedos, éxitos, etc.
-[Ana] La mujer desnudaría su alma, su ser, el interior, los sentimientos que están por descubrir. Queda por decir aún mucho más. La mujer, por motivos de historia, de cultura, de tradiciones, aún no ha podido desnudarse con claridad y total libertad para decir lo que siente.
-¿Qué época o personaje de la literatura española elegiríais como más emblemático por la dedicación de versos dedicados a la mujer?
- [Ángel] Gracilazo, pues versó todo el bucolismo que la relación amorosa lleva aparejado en relación con la mujer.
-[Ana] Ha habido momentos en la literatura española dedicados principalmente a la figura femenina, como es el caso del Romanticismo. Pero yo prefiero la época actual, quizá por la sinceridad y el valor a la hora de transmitir de los mensajes que se están produciendo. En cuanto a personajes, elijo a Dulcinea, pues representa, además de otros atributos, el poder del alma femenina capaz incluso desde la lejanía de cambiar las cosas, de volver los locos sentimientos en cuerdos razonamientos movidos por un desafiante deseo de amor.
-¿Y por qué causas al hombre no se le han dedicado tantos versos románticos como a la mujer?
- [Ángel] La literatura, su historia y la creación literaria han sido mayoritariamente masculinas.
-[Ana] No creo que haya una razón escondida para que se produjese esa dedicación al hombre en la producción literaria romántica; quizás responda a la propia realidad, pues en la sociedad siempre ha existido la necesidad de presentar al hombre como un ser duro, fuerte e incluso hasta cruel, estas premisas y la poesía no se complementan demasiado bien.
-El relato que usted, Ángel, ha escrito Cadenas de seda ha obtenido el primer premio. ¿Qué le ata dulcemente a la mujer?
-El relato Libertad, de Ana María Almagro, ha sido merecedor del segundo premio. ¿De qué cree usted que quiere liberarse hoy la mujer?
- El título ya lo expresa todo. Aunque parezca que hemos avanzado mucho, sin embargo pienso que desafortunadamente la mujer de hoy sigue huyendo de muchos miedos y ataduras; de ahí que, aunque sea metafóricamente hablando, nosotras buscamos la libertad.
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