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La Luna, en su fase llena.

Más de uno o más de una vez se habrán preguntado porqué la Semana Santa no cae siempre en las misma fecha. La respuesta está precisamente en el fundamento de la gran fiesta cristiana que se celebra: la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, que al parecer ocurrió durante la Pascua judía, que conmemoraba la liberación de su esclavitud de Egipto y que se celebraba en el decimoquinto día del mes de Nissan, con la primera Luna llena de primavera, una luna conocida como Luna de Parasceve, que viene a significar preparación o viernes o más exactamente el viernes en el que se hacían los preparativos para la comida del sábado. El motivo, más prosaico, de que eligieran una Luna llena para esa fiesta era que aquellos pueblos pastores que se reunían en Jerusalén, viajaban mejor de noche si había una Luna llena que les iluminara el camino. Precisamente en viernes fue cuando murió Cristo y tras largas deliberaciones se decidió en el Concilio de Nicea (en el año 325) que el Domingo de Gloria o Pascua de Resurrección tendría que ser el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el equinoccio de primavera, y se debería calcular empleando la Luna llena eclesiástica; sin embargo, ésta casi siempre coincide con la Luna Llena astronómica, de modo que para efectos de cálculo es generalmente válido emplear la más tradicional definición astronómica. Por ello puede ser tan temprano como el 22 de marzo, o tan tarde como el 25 de abril

La Luna está en el origen de los calendarios.

El problema del cambio de fechas tiene que ver con otro cambio: el del calendario judío que era lunar, por el calendario actual, que es solar.

Los primeros meses fueron siempre lunares. Y los primeros calendarios también. Hay doce lunas en el año, entendiendo como año el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta al Sol. Todo podría seguir igual de no ser porque sobran once días cada año después de contar las doce lunas. Y aquí esta el problema. El calendario judío era lunar y el musulmán todavía lo es. Por eso tienen el mismo problema cada año con esos once días de diferencia para celebrar su fiesta del ramadán que para ser diferente comienza con Luna nueva. Pero eso merece otro artículo.

El Domingo de Pascua es la piedra angular de todo el calendario litúrgico cristiano. Septuagésima, Miércoles de Ceniza, Cuaresma, Ascensión, Pentecostés y Corpus Christi dependen de este domingo. Como dato curioso, hay que recordar que el año pasado tuvimos una de las Semanas Santas más raramente tempranas ya que la Luna llena cayó en 21 de marzo y la primavera entró el día 20. Pero hay que recordar que esta es una de las diferencias con el calendario eclesiástico para el que la primavera siempre entra el día 21 de marzo. Otra Semana Santa igual en fecha a esta fue la de 1913, hace 96 años. La próxima más cercana en estos primeros cincuenta años del siglo XXI será en 2035, cuando el Domingo de Ramos caiga el 18 de marzo, pero antes tendremos otra Semana Santa también cercana en marzo como la de 2016 que será el día 20. Y, para terminar, la próxima Semana Santa exactamente igual a la de este año será en 2020. Aunque será mejor cerrar el artículo con unos versos de Luís Cernuda:

Mágica por el cielo La luna fulge, llenaLuna de parasceve. Azahar, luna, música.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 4/06/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.