No somos nada exquisitos, fomentamos los productos de la comarca en cada estación. Las prisas son malas consejeras de la comida.
Sólo el nombre ya da hambre: asociación de amigos del buen comer. Tiene un año de vida y nació con el objetivo de fomentar los productos de la gastronomía tradicional lorquina y murciana además de cultivar una buena amistad entre todos los socios. Al principio eran siete, pero la cifra de socios ya ha ascendido a una treintena. Pedro Morales es el secretario de este colectivo que ha hecho de la buena comida su buque insignia.
-¿Tan mal comían antes que se decidieron a crear esta asociación?
-No, qué va. Siempre nos ha gustado comer bien. Lo que ocurre es que teníamos una peña de siete amigos que todas las semanas comprábamos lotería y con lo que sacábamos, en Navidad hacíamos una buena comida todos juntos. En uno de esos encuentros decidimos crear este grupo y juntarnos cada estación para hacer una comida o cena en algún restaurante de la comarca. Así, tenemos el encuentro de otoño, invierno, primavera y verano. El próximo día 30 de mayo vamos a tener la cena de primavera.
-¿Son muy exigentes con el menú?
-Nada de eso. No somos exquisitos. Optamos siempre por productos de aquí. Una buenas verduras y una buena carne. Además, siempre aprovechamos los alimentos de temporada. Por ejemplo, en enero celebramos el encuentro de la estación de invierno y nos tomamos unas buenas migas con carne asada.
-¿Cuántos socios son?
-Ahora seremos unos 23, pero está abierto a quien quiera.
-¿Hay mujeres?
-Hasta ahora no pero pueden venir cuando quieran. Más de una vez les hemos pedido a nuestras mujeres que se vengan pero no quieren. Si no hay mujeres no es porque no se admitan, es porque ellas no quieren ir. Pero aprovecha para invitar a todas las mujeres que quieran sumarse.
-¿Hay buen nivel en los restaurantes de la ciudad?
-Hay buen nivel, pero es verdad que a veces se echan en falta algunas cosas, o más especialidades donde poder elegir. Cuando sales de Lorca ves lugares emblemáticos, restaurantes destacados que a lo mejor aquí no tenemos, pero eso no quieta que en Lorca no haya una gran nivel.
-Cumplen el dicho de que en la mesa no se habla...
-No. Hablamos bastante. Siempre de temas amenos, porque no es cuestión de que nos juntemos para hablar de penas. Eso sí, tenemos prohibido hablar de política, municipal o nacional.
-¿Cree que la dieta de los hogares lorquinos es la adecuada?
-Estamos viviendo un poco deprisa. Las familias cada vez tienen menos tiempos de compartir mesa y de hacer comidas caseras como antes. Se opta por una alimentación que no es del todo apropiada. Yo me acuerdo cuando nos levantaba mi madre y nos daba un buen tazón de sopas para desayunar. Ahora los niños se van a colegio con un trozo de dulce o un bollycao que es lo más rápido y lo más cómodo.
-¿Qué es lo que más le gusta de los platos típicos lorquinos?
-A pesar de no poder abusar mucho, me gustan los arroces, embutidos, los caracoles y un buen plato de patatas fritas con huevos y chorizos.
-Ustedes mucho comer, pero ¿alguno cocina?
-Hay socios que sí, ten en cuenta que algunos son propietarios de restaurantes o de cafeterías. La verdad es que en el grupo tenemos representantes de varias profesiones y condición. Yo particularmente no soy muy cocinero.
-¿Qué menú me recomendaría para un fin de semana de primavera?
-Bueno, pues yo creo que lo que pega es un buen panaché de verduras a la plancha; una carne de cordero; y de postre un buen arroz con leche o un tocino de cielo.
-Vamos, que la dieta para otro día...
-En los encuentros nos pegamos una buena comida, luego cada uno en su casa se controla como buenamente puede.
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