El artista neoyorquino Richard Humann cierra el año de La Bodega de la Casa Pintada con una instalación en la que incide en la naturaleza circular de la vida.

Entre el cambio climático, el agotamiento de las energías fósiles y los recursos de la naturaleza, no resulta ni difícil ni descabellado deducir una vuelta de la humanidad a las cavernas en un futuro más o menos lejano. Richard Humann (Nueva York, 1961) considera ese regreso a los orígenes primitivos un hecho constatado y La Bodega, espacio dedicado a los artistas emergentes, de La Casa Pintada de Mula cierra el ciclo expositivo de este año con una instalación, inaugurada ayer, en la que el artista neoyorquino lanza esta reflexión.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 8 de enero, es una reflexión del artista -que «no pretende ser moralista», advierte el propio Humann- sobre ocho elementos que considera básicos en la evolución del ser humano desde la época de las cavernas hasta el presente -y quizá el futuro- y la naturaleza circular de la vida. La producción artística de Humann incide una vez tras otra en la reflexión de que «el hombre no avanza, porque la vida es un ciclo y siempre acabamos volviendo a los orígenes, por eso debemos estar atentos a lo que nos rodea -la naturaleza, las culturas y los países- y conservarlo», aclara Richard Humann.

This entry was posted on 11/23/2007 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.