«Sigo las directrices que fijaron los Reyes Católicos en el año 1503», afirma este experto a quien sus vecinos siempre acuden para redactar cartas de amor y cuadros honoríficos.

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Exquisitez en el trato, atento a todos tus movimientos. Alcantarilla vio nacer a Casto Martínez y le ha seguido los pasos de su vida. A los 9 años ya ayudaba a la Policía Local a pasar a máquina los partes. Todas las asociaciones, entidades públicas y privadas del pueblo acuden a él para que realice los cuadros de honor, e incluso cartas de amor en verso, todo en letra gótica; para ser leídos y entregados solemnemente en actos institucionales, o para decirle a la amada ante el altar que eres el aroma de mi vida, acuñado en escritura del siglo XV.

- Su mesa de trabajo es un anticuario. ¿Qué peculiaridades tiene la letra gótica?

- Es el estilo de letra con el que se escribían los documentos inicialmente en Alemania, allá por el sigo XIV y XV, aunque en el siglo XVI ya empezó su decaimiento; ahora bien, si se ha mantenido este estilo de escritura ha sido principalmente en los libros de contabilidad, pues las rotulaciones de encabezamiento había que hacerlas con este estilo de letra.

- ¿Cómo aprendió a escribir?

- Con los cuadernillos que utilizábamos en el colegio. Empecé a trabajar como administrativo en el año 1950 ganando 250 pesetas al mes, y tenía que utilizar este tipo de letra para los libros de contabilidad. Gracias a esto me pagaban más que a los demás, que tan sólo cobraban cien pesetas. En aquellos entonces yo tenía 12 años.

- Por tanto era usted un niño prodigio, y una máquina de hacer pesetas para casa.

- Siempre he tenido unas ansias enormes por aprender y ser muy cuidadoso con mis cosas. Nací el día cuatro de marzo de 1938, el día de San Casimiro.

- Observo que realiza todo un ritual al sentarse en su escritorio. ¿De qué son los manguitos que se pone?

- Siempre hay que ponerse manguitos que te cubran tu traje o camisa normal. Los manguitos van desde la muñeca hasta el codo. Los míos están realizados de camisas de invierno. Tengo dos tipos, que me hizo mi mujer -que Dios guarde en buen lugar-, hace veinte años.

- ¿Qué plumillas utiliza?

- Son plumillas de pico cortado. Se clasifican por numeración de menor a mayor, según sea la punta de ancha, y por tanto deje deslizarse más o menos cantidad de tinta china. La plumilla del número seis es la que utilizo como más elegante y la del número cero es la que tiene la abertura más gruesa de todas. La más llamativa es la de pico de pavo, son las célebres plumillas cervantinas.

- ¿De qué material es el palo de la plumilla?

- De madera de peral, pues no tiene que viciarse la madera y quedarse pegada la tinta.

- ¿No es poco higiénico que cada vez que coge una plumilla se la pase usted por la lengua antes de mojarla en tinta?

- La tinta que se utiliza se reseca fácilmente, por eso tengo que quitarle el vicio. Al mojarla se suaviza y deja correr la tinta sobre el papel.

- Observo que utiliza usted una plantilla para poner encima el papel vegetal y darle a la pluma.

- Lo realizo siguiendo las indicaciones del Real Decreto de tres de marzo de 1503 que dictaron los Reyes Católicos. Para que todos los textos fuesen uniformes obligaron a que se utilizase papel folio de treinta y cinco líneas. Yo me he realizado mi propia caligrafía con esta plantilla para ajustarme fielmente a la normativa de principios del siglo XVI.

- ¿Ha escrito mucho utilizando la letra gótica?

- Escribí a mano El Quijote en 4.225 páginas, a las que le dediqué 12.665 horas de trabajo. Utilicé seis millones cuatrocientas sesenta y seis letras góticas.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 10/15/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.