El pino rojo es la mejor madera para trabajar, es muy agradecida; es el material que más utilizaba Francisco Salzillo.
Timbre de voz plenamente andaluza. Juan Miguel Cervilla es granadino. En su tierra natal, la familia se dedicaba a tallar tronos, por lo que cuando iba a gatas ya arrastraba el trasero entre las virutas de la madera. Las obligaciones del servicio militar le trajeron a tierras cartageneras, y, posteriormente, se enganchó tanto en amores como en labores para arraigar en esta tierra portuaria. Se dedicó a los astilleros y en las horas libres montó su propio taller con las herramientas y los conocimientos de la Escuela de Artes y Oficios que bajo el brazo se trajo de Granada. Ahora, ya jubilado, todo su tiempo es para la familia y la madera. Entrar en su taller, en el barrio cartagenero de San Félix, camino al Barrio Peral, es retrotraerse en el tiempo. Limpio y ordenado, por todos lados las paredes lucen sus propios trabajos.
- ¿A quién ha tenido de maestro?
- Mi agradecimiento total es a Rafael Eleuterio, de esta tierra, de Cartagena. Era un gran polifacético, pues trabajaba perfectamente la madera y la plata. Desde mi punto de vista fue un gran orfebre y escultor. Incluso llegó a realizar figuras en piedra para cementerios. Fue un gran artista cartagenero; trabajó en el trono del Prendimiento, de San Pedro, en el que tuve el honor de ayudarle.
- ¿Qué maderas utiliza usted?
- Depende de los trabajos a realizar utilizo unas u otras maderas. Para la ornamentación de tronos es ideal el pino suecia o, como aquí se le suele llamar, el pino rojo, pues te permite realizar más filigranas con calados en las maderas. Existen maderas más compactas con los poros apretados o maderas nobles como es el caso del nogal, el abedul, el fresno y la caoba, madera esta última que está por extinguir. Francisco Salzillo trabajaba el pino rojo.
- ¿Por qué cree que Salzillo trabajó principalmente con ese material?
- Supongo que por la suavidad y nobleza para trabajarla. Es una madera muy agradecida. Cuando la gubia está bien afilada da gusto sacar virutas de ella.
- ¿Hay muchos tipos de gubias?
- Sí. Aunque existen también diferencias entre las distintas marcas, todos los tallistas hemos apreciado la de la bellota. En este tipo de gubia el acero lleva grabado en relieve y en la parte superior de la misma una bellota. Probablemente fuese también este tipo de gubias las que utilizó Salzillo, pues en aquella época ya existían. También está la gubia de la casa Nifer. En cualquier caso son reliquias, materiales de trabajo que pasan de generación en generación.
- ¿Cuántas gubias se precisan para trabajar?
- Lo normal es disponer de un juego entre 25 y 30 gubias; cada una tiene una boca distinta de tamaño y reciben diferentes nombres como pico de gorrión o gubia de esquina, de media caña, otras son planas, gubias con cantos de diferentes medidas, etcétera. Normalmente van todas de mayor a menor numeración, en cinco o seis tamaños distintos.
- ¿Qué es más difícil de tallar?
- Los límites de la talla de la madera está en tu imaginación. Te surge una idea y la vas madurando internamente. Posteriormente lo plasmas a papel y, a partir de ahí, pasa a la madera; y como las madera no tienen los anchos y altos que puedas necesitar para llevar a la práctica tu proyecto, esta necesidad se completa pegando maderas, encolándolas unas con otras hasta conseguir unos volúmenes concretos.
- ¿Dónde están los límites entre la artesanía y el arte? ¿Existen buenos artesanos de la madera en la Región de Murcia?
- En el arte no se sabe dónde está la frontera entre el artesano y el artista. Hay artesanos que son verdaderos artistas; y algunos autodidactas. Hay otros que se autodenominan artistas y no llegan ni a ser artesanos. También hay muchos ególatras.
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