Los dos técnicos de la Confederación Hidrográfica documentan en un libro 120 monumentos religiosos, algunos ya desaparecidos.
Mariano C. Pelegrín Garrido y Federico J. García Mariana son funcionarios de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y autores de diversos libros sobre temas murcianos. Acaban de publicar el trabajo titulado Las hornacins de la ciudad de Murcia, publicado por la Academia Alfonso X el Sabio, y que constituye un interesante catálogo documentado de todas las hornacinas y altares callejeros de la ciudad. En dicho libro se encuentran reseñados datos históricos vinculados a las imágenes, a los edificios donde se encuentran entronizados e incluso de las calles donde se encuentran.
- ¿Qué les llevó a realizar el libro 'Las hornacinas de la ciudad de Murcia'?
- Somos compañeros de trabajo y a los dos nos gusta pasear, además somos amantes de la historia y de la investigación. Deambulando por las calles de la ciudad nos íbamos fijando en esos peculiares y devotos monumentos que jalonan muchas fachadas y que son parte de la historia de Murcia. Como muchos edificios son antiguos, pensamos que algunas de esas hornacinas estaban en riesgo de desaparecer y quisimos recoger su existencia, como testimonio para el futuro.
-¿Cuántos altares y hornacinas recogen en el libro?
- Unas 120. Curiosamente una, la de la calle Peligros, cuando hicimos la fotografía para el libro, ya no existía la imagen en su interior. Estaba la hornacina sola. Nos documentamos y sabemos que tenía una Virgen del Carmen. Ahora ya ni existe la casa. Nos gustaría que dichos monumentos religiosos no se perdieran, sino que se volvieran a colocar en los nuevos edificios que se levantasen en su lugar, como se hace a veces con los escudos nobiliarios.
- ¿Qué tipo de advocaciones predominan en las hornacinas?
- Las dedicadas a la Virgen. Suponen un 28% del total. Le siguen las dedicadas a los santos doctores, obispos y abadesas, con un 22%. Hay un 12% dedicados a los santos primigenios, es decir, a aquellos anteriores a Cristo, como son San Miguel, Santa Ana. Y el resto se distribuyen a la par entre santos franciscanos, obispos y abadesas, San José y Jesucristo-Dios. También hay algunos de los santos mártires; mercedarios y dominicos.
- ¿Tienen entre manos algún otro libro?
- Sí. estamos trabajando en uno sobre las ermitas de la capital, su huerta y el campo, incluidas las fincas particulares. Creemos que resultará muy interesante, porque lo estamos documentando con fotos y datos históricos, al igual que hemos hecho con las hornacinas. Hay cosas curiosas, por ejemplo, en una pequeña ermita hemos encontrado en su puerta hasta cinco placas conmemorativas. También estamos preparando un segundo volumen del libro que ya tenemos publicado titulado Placas y epígrafes conmemorativos de la ciudad de Murcia; en el segundo volumen reflejamos las placas y epígrafes existentes en las pedanías. Hay algunos muy curiosos, que no deberían perderse.
- ¿Se consideran historiadores?
- No. No nos consideramos historiadores, sino rescatadores de historia. Nos gustan las tradiciones que se han perpetuado de boca en boca, las leyendas y todos los datos históricos que se encuentran en los archivos, o en los monumentos de las calles, pero que nadie repara en ellos. Nos encanta rescatarlos y divulgarlos para que la gente normal los conozca. Que no sean solo patrimonio de unos estudiosos, sino que las personas sencillas puedan saber lo que significan ciertas inscripciones, escudos y placas que pueden tener cerca de su casa, y que forman parte de la historia de su localidad.
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