Unas obras obligaron a la comitiva a desviarse y atravesar por mitad de una urbanización de chalés Sesenta y cinco carruajes participaron en la marcha.

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Sesenta y cinco carros llegaron ayer a Los Alcázares tras cubrir la ruta llamada de la huerta al mar, que anualmente organiza la Federación de Peñas Huertanas, rescatando una antigua tradición de los hortelanos de la Vega del Segura: la de ir a tomar unos baños de mar una vez finalizadas las tareas agrícolas. Más de cuatrocientas personas participaron en la marcha, con sus carros y animales de tiro.

En realidad se habían inscrito para participar en el evento cuarenta carros, que fueron los que tomaron la salida desde la murciana avenida Primero de Mayo, pero a lo largo del camino se sumaron otros veinticinco carruajes, por lo que la expedición se incrementó durante el trayecto.

Según Antonio Avilés, presidente de la Federación de Peñas Huertanas, todas las etapas se cubrieron conforme a lo previsto, con la salvedad de que en el trayecto de Gea y Truyols a Balsicas, debido a unas obras, tuvieron que atravesar una de las urbanizaciones de la zona, y la comitiva se retrasó algo más de una hora, por lo que llegaron sobre las cinco de la mañana. Este año se sumó a la marcha el concejal de Infraestructuras de Murcia, José Arce, que hizo todo el camino a bordo de uno de los carros, y la Reina de la Huerta, Marta Cano, que se incorporó poco antes de llegar a Los Alcázares. Una vez en la localidad marmenorense, Marta Cano realizó una ofrenda de flores a Nuestra Señora de la Asunción, patrona de Los Alcázares, junto a la alcaldesa, Encarna Gil.

Los carros cubrieron la primera etapa, desde la Federación de Peñas Huertanas, al restaurante La Cumbre en El Garruchal, en tres horas y media. Allí descansaron unos noventa minutos, para cenar y para que los animales bebiesen agua y repusieran fuerzas. Sobre las 12.30 de la noche del viernes a sábado, llegó la expedición a Gea y Truyols, donde su alcalde había preparado cien litros de chocolate y cinco mil monas, que fueron repartidas entre participantes y gente del pueblo.

La llegada a Balsicas fue también apoteósica; la alcaldesa Pepita Lajarín disparó cohetes para avisar a sus vecinos. El mismo cálido recibimiento se notó en todas y cada una de las paradas.

Ojeado en La Verdad.

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