Hay palabras que sólo logran recargar los versos», afirma el veterano vate, que ha visto publicada recientemente su primera antología.
Salvador Sandoval nació en Las Torres de Cotillas un 22 de enero de 1928. Como profesor ha recorrido diversos puntos del territorio nacional, empezando por tierras catalanas. En Murcia dió clases en la diputación lorquina de La Paca, pasando por Fortuna, donde conoció al poeta Sánchez Bautista. En Las Torres de Cotillas también pasó por las aulas y a su alrededor se fueron reuniendo otros vecinos animados por la poesía hasta formar la Asociación Literaria que él mismo preside y que ya lleva once libros publicados. Recientemente el Ayuntamiento de Las Torres de Cotillas en consideración a su labor literaria publicó en un solo volumen su Antología Poética.
- ¿Ha visto usted mismo una evolución en su poesía?
- Por supuesto. Los mismos libros que he publicado son testigo de ello. El poeta se va haciendo poco a poco conforme transcurre el tiempo. Para mi gusto son mejores los últimos trabajos que he realizado, aunque hay gente que prefiere mis primeras poesías.
- ¿Por qué esa diferencia de gustos en sus seguidores?
- Las primeras poesías eran lo que daba la mata, unos versos sin pulir y tocaba temas que les interesaba directamente más a unos lectores que a otros. Mis primeros versos tenían un estilo más barroco, muy recargado y sin embargo con el paso del tiempo he ido podando, por así decirlo.
- ¿Poda usted los versos?
- Cuestiones que veo que no son necesarias en el verso; dejo sólo lo esencial. Hay palabras que lo recargan y eso es lo que conforme he ido madurando en estilo, he ido eliminando. Por otra parte es normal que el poeta vaya cambiando, no en sus ideas, sino en la manera de expresarlas.
- ¿Cuáles son las ideas claves de su poesía?
- Trato ante todo los temas transcendentales. Del tejado hacia abajo no hay ni belleza ni transcendencia en el ser humano. La existencia de un ser superior eso es lo que da la razón de vida a lo humano. También la ayuda a los demás, las acciones positivas hacia los demás son temas de mis poesías.
- ¿A qué cosas buenas se refiere?
- Tengo muchos libros que tratan de la injusticia que hay en el mundo y quiero que se reparen esas injusticias. El poeta siempre quiere un mundo mejor que el mundo en el que vive.
- ¿Trata de lograr un mundo perfecto?
- La tierra perfecta no llegará a ser nunca; tendrá sus cualidades buenas y malas, pero la pobreza y la miseria del hombre siempre existirá. El egoísmo cada vez va más en aumento, cada vez veo mayores situaciones cuyo fin último es el llenarse una serie de personas el bolsillo, mientras que por otro lado las situaciones de necesidad y de miseria prevalecen.
- ¿Qué supone para usted la publicación de su 'Antología Poética'?
- Ha sido la alegría más grande que han podido darme. Ya no tenía libros de algunas de las ediciones anteriores; y el recopilarlos todos en un solo libro es algo inusual que pocos autores pueden decir que lo tienen. Hasta ahora tenía seis libros de poesías publicados; esta antología recoge íntegramente dichos libros y se ha enriquecido con nuevas poesías. Si bien, el poeta nunca puede parar por lo que espero publicar algún otro sobre todo dedicado exclusivamente al amor.
- ¿Qué es el amor?
- Es lo más grande que hay en el mundo. El mundo tiene una escala de valores y el amor debería estar situado en primer lugar porque generaría y ayudaría a las personas a que viviesen plenamente la felicidad. La persona que ama vive en plenitud.
- Diríamos como el amor a los dieciocho años.
- Pues yo diría que sí. A los dieciocho años hay una explosión sexual y eso es importante, debe haber un goce grande en el amor. Yo a los ochenta y un años vivo el amor de una forma más serena que cuando tenía dieciocho o veinte años.
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