El autor murciano presenta su último libro, 'La rumba que llegó del frío', inspirado en la llegada de turistas en los años setenta.

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Antonio Capel, podólogo de profesión y escritor vocacional, presentó el miércoles en Murcia su última novela, La rumba que llegó del frío, una novela «sensual y picante» que narra las aventuras de cinco funcionarias del Ministerio de Salud sueco que, equipadas con un potente ordenador, aterrizan en el Levante. Un médico español las introduce en los saraos caniculares.

- ¿Cómo fue el proceso creativo de su novela?

- Me inspiré en la España de los años setenta, cuando esto se llenaba de turistas nórdicas y vivíamos en un país lleno de tabúes. Hubo mucha emigración de zonas como Almería, Jaén o Albacete para trabajar en Benidorm en el sector de la hostelería. Era la España de los pajares y estesos, de comienzos de la democracia en un país que estaba despertando de un letargo de varias décadas. Las suecas añoran la primavera todo el año, y se vueven locas con el sol...

- No se olvide Alfredo Landa.

- Pero mi picaresca es diferente; se parece más a la de Los Pelayos, esa familia española que ha dejando tiritando casinos de todo el mundo con un software que ellos mismos han creado, un programa informático mejor desarrollado que el de los propios casinos. Les prohibieron la entrada en los locales de juego españoles, pero la Justicia les dio la razón. Mi personaje, gracias a la informática, gana 46 millones en tres días.

- Recuerda a Lisbeth Salander, la heroína de Stieg Larsson.

- No he leído la trilogía Millenium, espero mucho tiempo para acercarme a los boom literarios, me dan pereza. Las editoriales tienen mucho peso a la hora de crear un best-seller, y el mercado está controlado por grandes multinacionales. He escuchado comentarios y leído referencias sobre la obra de Larsson, y no la estoy criticando, pero ya tendré tiempo de leerla en el futuro.

- ¿Qué tiene de autobiográfica?

- Tengo 57 años, y absolutamente todos los de mi generación hemos compartido experiencias con las suecas. He llegado a viajar con once personas más en un 600 hasta Benidorm en aquellos años. Los que conseguían el mejor trabajo, el de recepcionista, eran los que sabían inglés y, por lo tanto, los que más ligaban.

- ¿Cómo nace la vocación literaria en un podólogo?

- Siempre he tenido la inquietud de escribir: participo en distintos blogs -La Verdad, El País, El Mundo- y foros de discusión. Mi familia y amigos también me dieron un empujón, y me presenté a un concurso de microrrelatos con A sus pies, tertulias con un podólogo, obra con 27 pequeñas historias; cuando vi mi nombre entre los mejores me animó a seguir adelante. Ya tengo tres novelas, y pienso continuar.

- ¿Qué ingredientes necesita una novela para enganchar?

- Convertir algo ficticio en real: que el lector se vea reflejado en situaciones y lugares que le son familiares; y, por supuesto, conseguir que emocione.

- ¿Qué significa escribir para usted?

- Como reza el prólogo de mi libro: 'Si escribir me divierte, significa que a otro más le va a gustar'. Soy lector desde que era un crío y empecé a escribir en mi adolescencia. Los grandes de la literatura escribieron sus mejores obras cuando eran casi ancianos, y aún no he sufrido el miedo al bloqueo.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 6/27/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.