Cultura y Tradición a través de Imágenes

La pedanía, que ha vivido y vive de la agricultura, encierra un sinfín de pequeños núcleos rurales y parajes.

Panorámica de la mezcla de paisajes que pueblan la superficie de la pedanía de Morata.

Morata, El destino ha querido que lleguemos hasta Morata en la semana en la que celebra sus fiestas en honor a San Juan. Engalanado hasta los ojos nos recibe un pueblo en el que la actividad diaria queda aparcada para volcarse en los actos, la mayoría religiosos, programados para tan señalada fecha. No obstante, los vecinos de más edad temen que la tradición vaya desapareciendo por la marcha de los jóvenes. «Hace una década aquí no se podía construir, así que tuvieron que marcharse a Mazarrón o a Lorca a buscar casa y crear sus familias a pesar de tener aquí tierra. Siguen viniendo, pero no es lo mismo que si vivieran aquí. Ellos podrían regenerar la población», comenta uno de los residentes por temporadas.

Persisten casas salpicadas en el paisaje.

Morata ha vivido y vive de la agricultura, sobre todo del tomate. Los invernaderos que ocupan parte de su superficie son prueba de ello. Es una pedanía constituida a su vez por una gran cantidad de parajes, de núcleos rurales que encierran un sinfín de anécdotas. Sus paisajes son su principal atractivo. Zonas ocres y verdes de montaña que miran de reojo a la costa, muy cercana.

Por su enclave en plena sierra de Almenara, Morata es hábitat de especies como el águila perdicera, el búho real o la tortuga mora. Es precisamente su orografía la que hace de la pedanía un sitio idóneo para los amantes del senderismo y la escalada. Si se dejan guiar por los lugareños podrán aprender a buscar naranjones, una especie de tubérculos que se encuentran en la raíz de una planta similar al romero.

La iglesia de San Juan Evangelista.

Dos edificios destacan sobre las casas bajas de Morata: la iglesia de San Juan Bautista y la escuela unitaria. El templo fue construido a principios del siglo XX y su principal peculiaridad radica en que fueron los propios vecinos los que lo levantaron, según relatan los mayores de Morata. Es el centro neurálgico del pueblo, propiedad de todos y cada uno.

La escuela no presenta su mejor imagen. Está deteriorada. Ya que el efecto de la noche de San Juan aún no se ha pasado, un deseo vecinal: que la rehabiliten.

Número de habitantes: 587.

Superficie: 48,940 kilómetros cuadrados.

Parajes y lugares: Montajul, Los Loberas, El Llano, Las Mandroñas, Ugéjar, Pozo de Laju, Puerto MUriel, Calvario de Morata, Visqueros, Pozas de los Yagües.

Fisgoneado en La Verdad.