Sólo necesitas una pequeña caja y unas hojas y ya tienes un nido que puedes colocar en casa; es una experiencia ver cómo van creciendo los pájaros.

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Carlos García es un amante de la naturaleza, derrocha alegría y energía por los cuatro costados de su cuerpo, y le faltan palabras para dar mil explicaciones y convencerte para que construyas un nido para las aves o te lleves a casa una caja-nido. Tiene su propia consultora ambiental, Naturama, y trabaja con distintas asociaciones de voluntarios medioambientales, al igual que en centros escolares. Es máster en consultor ambiental y lleva a cabo diversos programas en el Centro de Educación Ambiental de la Caja Mediterráneo (CEMACAM), en el paraje de Torreguil (Murcia).

- ¿Por qué construye con madera los nidos?

- En la naturaleza van quedando pocos espacios donde poder nidificar las aves, y que se sientan seguras en la crianza. Ahora los bosques son más uniformes; antes habían más variedades e incluso la pérdida de los grandes olmos y almendros que tenían huecos donde podían cobijarse las aves. Este fenómeno ha provocado que la fauna se desplace hacia otros lugares, y por otra parte los típicos jilgueros y las taberneras, así como los herrerillos capuchinos que tanto han prodigado en la huerta, ahora se han marchado a otros lugares con menos presencia del hombre. Y se construyen los nidos con madera simplemente para reproducir aquello que han perdido, un lugar estable y seguro de madera donde poder hacer sus nidos; es como si estuviesen en su propio medio natural.

- ¿Cómo deben construirse?

- Como usted ve es una caja pequeña cuadrada, que normalmente se adornano se camufla con hojas del mismo tipo de árbol donde se van a colocar. También pueden ponerse en la pared de una vivienda. La parte superior de la caja normalmente se sujeta de tal forma que podamos abrirse y así poder ver la evolución del proceso que sigue el nido.

- No cree usted que suena a entrometerse en casa ajena el ir viendo cada dos por tres cómo van haciendo el nido.

- No se trata de ir abriendo continuamente la caja. Si fuese así molestaríamos a las aves y dejarían de construirlo, si bien cada cierto tiempo es bonito contemplarlo y además puede utilizarse como un medio o herramienta de educación ambiental. En algunos colegios colocamos estas mismas cajas en los árboles de los patios y acuden los pájaros para anidar. Los chavales pueden ir viendo la evolución. Realizamos una experiencia muy positiva en el Colegio Monteazahar, de Beniaján, pues pudieron apadrinar a los mismos pájaros. A nosotros nos sirve incluso para estudiar las variaciones de zonas hacia donde se dirigen.

- Al tratarse de un nido, imagino que siempre acudirán las aves�

- En realidad lo que proporcionamos es un hogar, un espacio para ser habitado por aves, pero no por ello pueden dejar de habitarlo murciélagos, musarañas, lirones, ratones de campo, búhos, vamos por otro animales; o lo que nosotros denominamos microfauna que también precisa de un lugar donde guarecerse o reproducirse.

- ¿Dónde se sitúan las cajas-nido?

- Ante todo hay que ser práctico, pues no se trata de que se gaste usted un dineral en una caja muy sofisticada y pintada de mil colores, sino que se trata de una cosa sencilla que puede realizar con sus hijas y luego situarlo en una zona del árbol, en su huerta o su terraza, pero que esté un poco escondido. También se trata de que las aves se vayan acostumbrando a este elemento y lo utilicen, si lo usan un año, casi con toda seguridad que al año siguiente volverán a anidar en su caja-nido.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 7/08/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.