«No hay que desmochar el árbol, porque pierde fuerza», señala este experto, que ya ha injertado cinco mil árboles en lo que va de temporada.

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Jesús Navarro es todo corazón. Piel tostada por el sol, manos robustas y una sonrisa continua en su cara traslucen al huertano de toda la vida. Procede de Albacete, pero pronto se trasladó a San Pedro del Pinatar. Toda su vida la ha dedicado a la tierra, tanto a cultivar parcelas de su propiedad como a mantener grandes terrenos de otros dueños. Está especializado en las tareas de mayor cuidado de los árboles, entre ellas la realización de injertos en la Región de Murcia y gran parte de la Comunidad Valenciana. En lo que va de temporada ya ha injertado cinco mil árboles.

- ¿Se puede injertar todo tipo de árbol?

- Cada tipo de árbol debe injertarse de la misma clase o mejor dicho si utilizamos un pie o árbol borde que ha nacido de otro árbol bueno de hueso, debemos injertarlo de variedades de árboles que sean de hueso; y si por el contrario son árboles bordes que han nacido de otro árbol bueno de semillas, el injerto debe ser de otra variedad de árboles buenos, pero de semillas. Así por ejemplo los árboles que sean bordes o buenos de cítricos no podemos injertarlos de árboles frutales. Siempre deben ir aparejados hueso con hueso y pepita con pepita.

- Siempre se han hablado de injertos de árboles, en lo que usted es especialista, pero ¿pueden hacerse injertos raros?

- Por supuesto, los avances tecnológicos también se aplican a la alimentación y, por ejemplo, precisamente ahora verá y comerá usted muchos melones o sandías de color de piel casi blanca, que no tienen prácticamente pepitas, en lugar de esos melones de color de piel verde intenso y con pepitas negras. Pues bien, estas sandías son el resultado de injertar melones con calabazas. También me han comentado que pueden injertarse las berenjenas con un tipo de arbusto del campo y que producen muchas berenjenas y de grandes dimensiones, pero yo ni lo he realizado ni tampoco lo he visto.

- Bueno, vayamos a nuestra injerta normal, la de toda la vida. ¿Cómo debemos proceder?

- En primer lugar hay que tener en cuenta la época del año, pues lo normal es injertar desde mayo, o finales de abril si el tiempo ha sido cálido, este año en concreto ha sido más bien frío y por tanto he empezado a injertar en el mes de mayo; y concluir en el mes de agosto; es decir los cuatro meses del año, de mayo a agosto son buenos pero los meses centrales; es decir, junio y julio son los ideales.

-¿Qué ocurre si injertas a finales de agosto?

-Es ya un poco tarde. En este caso concreto se dice que es un injerto a borrón ciego; es decir que el brote y la nueva planta saldrá con la primavera del próximo año. Si adelantamos el momento de la injerta, antes podrá brotar.

- ¿Es necesario preparar el árbol?

-Tanto el árbol a injertar como el árbol matriz del que coja usted la planta debe regarlo unos días antes, con el fín de que en ambos casos la sabia haya movido. Así quitará usted con mayor facilidad las yemas al árbol del que quiere injertar y podrá pegarlas mejor al árbol borde u árbol que quiera cambiar de tipo de fruta o cítrico. Por otra parte, he observado que mucha gente desmocha el árbol a injertar y le quitan muchas ramas, en este caso lo único que están haciendo es hacer sangrar al árbol y perjudicarlo.

- ¿Hay varios tipos de realizar la injerta?

- Sí, y se distinguen por la forma de cortar la piel con las yemas; puede ser a chapa, que es la más usual; a escudo, que se utiliza en los viveros con árboles bordes de poco grosor ; a canutillo, que se realiza con los árboles frutales y de púa en rajado, que normalmente se realiza en los viñedos.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 7/03/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.