No nos podemos permitir despilfarros: hay que consumir alimentos producidos en nuestra tierra, aislar mejor las casas y utilizar más la bicicleta.

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Antonio Soler vive plenamente lo que predica: que el sol es la principal fuente de energía. El cambio climático, las energías renovables y la arquitectura bioclimática son temas que domina con los dedos de la mano, incluidos los callos de manejar la azada. Ha colaborado durante bastantes años con la Asociación de Vecinos del Garruchal, en plena serranía, para la conservación de la biodiversidad. Cultiva sus verduras de forma ecológica y también imparte cursos de su especialidad.

- ¿Realmente se está produciendo un cambio climático?

- Sí. Incluso está yendo más rápido de las previsiones que se manejaban.

- ¿En qué se nota?

- El elemento más evidente en que se ve este cambio climático es en la pérdida de hielos en el Ártico, pues se está produciendo a una velocidad pasmosa.

- Aquello parece que queda un poco lejos. ¿En Murcia cómo se percibe este cambio?

- Desde el año 1971 vamos llevando un aumento de un grado y medio de la temperatura, que en sí no parece demasiado, pero tiene un efecto perjudicial sobre los sistemas naturales y la agricultura. La subida del nivel del mar es preocupante, pues el recurso turístico depende del buen estado de las playas. El cambio climático afecta a dos sectores principales y básicos de la Región: la agricultura y el turismo.

- Ante esta situación ¿qué debemos hacer?

- Cada cual deberíamos tener una idea clara del CO2 que emiten nuestras acciones; por ejemplo, en la factura de la electricidad las emisiones que se realizan por cada kilowatio eléctrico consumido se traducen en 400 gramos de CO2. Si ahora, en el mes de julio consumimos mil kilowatios por el aire acondicionado, ello habrá supuesto la emisión de 400 kilogramos de CO2.

- Su explicación me parece magnífica, pero el CO2 es un gas�

- Por supuesto, es un gas, pero al final tiene un peso. Imagínese usted que se comprimiese y esos 400 kilógramos le cayesen encima, sería como un bloque de hormigón que le aplastaría.

- Pues vamos a ser positivos, ¿qué hacemos?

- Lo ideal sería que cada vivienda del planeta tuviese asignado una cuota de carbono para emitir o contaminar; de este modo entenderíamos mucho más fácilmente cómo en los países más desarrollados estamos abusando en la cantidad de carbono que deberíamos emitir. Si se hiciese esta distribución nos daríamos cuenta de que, por ejemplo, en España deberíamos emitir sólo una décima parte del total que emitimos; es decir que nos sobrepasamos ni más ni menos que un 90%.

- Pero insisto, algo habrá que hacer.

- Deberíamos apostar por el consumo de alimentos producidos en nuestra propia tierra; reducir a una décima parte el consumo de carne y pescado y utilizar más la bicicleta. Ello requería un esfuerzo mayor de la Administración y evitar despilfarros absurdos. Es inadmisibe que muchos comercios permanezcan con las puertas abiertas en pleno verano dejando salir el aire acondicionado.

- Y en casa, a nivel familiar ¿podríamos hacer algo?

- Lo más importante es el control de la temperatura en el hogar. La calefacción y el aire acondicionado suponen la mitad del consumo de la vivienda. Deberíamos aislar bien la vivienda, utilizar cristales con doble vacío y las cubiertas de los tejados deben estar bien aislados. Si utilizásemos energía solar para el agua caliente supondría un ahorro ni más ni menos que del 20% de energía. .

- ¿Cómo transmitir la educación ambiental a las personas?

- En primer lugar, deben entender que el cambio climático afecta a su vida de una forma muy especial y también que sepan que el origen del problema es nuestra dependencia de los combustibles fósiles y nuestra baja eficiencia en el uso de esa energía; o dicho de otro modo, nuestro gran despilfarro.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 7/08/2009 and is filed under , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.