HORROR, HUMOR Y PAVOR.
12/19/2009 | Author:

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En la industria del manga, algunos autores, suelen especializarse en temáticas muy determinadas en las que se hacen especialistas y son popularmente demandados a seguir realizando sus obras en aquel sentido. Hideshi Hino no es japonés ya que nació en Manchuria, noroeste de China, aunque luego, siendo aun niño, se trasladaría a Japón donde se exilió su familia al ser su propio padre un yakuza. Allí se hizo experto en un tipo de historieta de terror de raíces sangrientas y morbosas que rayan el delirio del absurdo muy próximas a las míticas historias de terror americanas de los años 40 y 50 firmadas por EC, DC o Atlas, entre otras.

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‘Noches de Zipango’ es lo último de Hino, editado por La Cúpula, cuyo catálogo dispone de una decena de sus obras desde aquellas primeras e impactantes La serpiente roja o El niño gusano. La presente obra es una recopilación de historias cortas en las que los niños, con alguna excepción, suelen ser los principales protagonistas. Tal vez se trate de su obra más floja en cuestión argumental por la simpleza y cortedad de lo narrado o la reiteración de esquemas bastante alejado de otras obras donde campa el horror más puro. En el fondo, lo que el autor deja entrever es que los verdaderos monstruos están escondidos dentro de nosotros, en la psique más enferma y en las fobias que la dictatorial exigencia del adulto hacia el niño crea en su maleable personalidad.

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Sin embargo, Hino, cumple a la perfección lo que se espera de él y nos adentra en relatos donde lo más escatológico y cruento recreado en imágenes desagradables, que no esconden lo más mínimo, son la salsa que nos hace sentir tanto nauseas como diversión en partes simétricas.

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Y hablando de comics de terror, Planeta, inicia la publicación de ‘The house of mystery’ o lo que es igual, las historietas de esta clásica cabecera americana que, en su día, editara DC Comics. Pero en lugar de hacer una reedición facsímil de la original, la hacen más comercial y coherente convirtiéndola en una suerte de libros monográficos dedicados a un autor concreto. Y quién mejor para iniciar la andadura que, el bien denominado Maestro de lo macabro, Bernie Wrightson de quién, si no me equivoco, se edita todo lo dibujado en esta serie tanto historietas como ilustraciones de portada e interiores.

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Aquí encontramos a un Wrightson joven y en su mejor momento creativo, experto creador de atmosferas tétricas y malsanas tan solo jugando con las luces y sombras. Magnífico es contemplar los rostros de sus personajes, perturbados o aterrados, con las bolas de los ojos saliéndose de las órbitas y esos labios chorreantes de saliva que aparentan dientes monstruosos y desasosegantes.

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En breve tendremos a otros grandes como Neal Adams, Gil Kane o Alex Toth en una antológica colección que no puede faltar en la biblioteca del aficionado.

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Y siguiendo con clásicos, el octavo volumen de ‘Snoopy y Carlitos’, otra obra Planeta DeAgostini, que publica las tiras diarias y dominicales de forma cronológica, de dos en dos años, de la mítica serie creada por Charles Schulz. A estas alturas decir quiénes son los personajes enunciados es una redundancia porque son parte de la propia esencia de la historia del comic y de la nuestra ya que aparecieron ininterrumpidamente durante casi 50 años dando el salto a otros medios visuales y siendo motivo del más variado merchandising. ¿Por qué, vamos, quién no tiene algún cacharro con la imagen de Snoopy en su vida? Pues eso, hazte con él que pasarás un buen rato del mejor humor inteligente.

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También editado por Planeta otra recopilación, en este caso de todas las ‘Historias de guerra’ aparecidas bajo el sello Vértigo de DC Comics. Guionizadas por el conocido Garth Ennis, sinónimo de provocación y algo de truculencia, y dibujadas por gente tan interesante como Dave Gibbons, Carlos Ezquerra, Cam Kennedy o Chris Weston narran momentos de la Segunda Guerra Mundial desde la perspectiva más humana y descorazonadora. Son historias de guerra pero también de los anhelos y angustias de unos personajes inmersos en una contienda de la que es imposible escapar. Cómo muestra una frase entresacada de la plegaria de uno de los protagonistas: “Dios Santo, déjame regresar a casa esta noche. Haz que sea otro cabrón el que caiga. No yo.”

Paco Olivares.

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