Justina Jiménez recibe el primer premio a la Divulgación Cultural de Molina de Seguratras 40 años al frente de la librería Demos, punto de referencia para muchos lectores.

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El Ayuntamiento de Molina de Segura ha instituido este año el reconocimiento a la Divulgación Cultural Setenil, cuyo objeto es distinguir a aquellas personas, colectivos o instituciones que, a lo largo de los años, han desempeñado actividades destinadas a fomentar la cultura. En esta primera edición el galardón ha recaído en la librera Justina Jiménez Salcedo. Nacida en Caravaca de la Cruz en 1951, Justina Jiménez vive en Molina de Segura desde los doce años, donde llegó con su familia para trabajar en la conserva. A finales de los sesenta formó parte del colectivo que fundó Librería Demos, la cual se convirtió en un punto de encuentro donde se recomendaban lecturas. Desde finales de los ochenta, Justina Jiménez pasó a asumir en solitario la gestión de esta librería, obligado lugar de referencia cultural en Molina de Segura.

- ¿Qué representa para usted este reconocimiento cultural?

- Es una forma de apoyar a la cultura, seguir apuntalando que la gente pase por las librerías para que vaya creciendo como persona. El reconocimiento no es sólo para mí, sino para todo el grupo que ha apoyado este proyecto cultural.

- ¿Cómo surgió el proyecto?

- Comenzó hace cuarenta años, en 1969, con gente de la HOAC y otro grupo de amigos de Molina. En aquellos tiempos no se podía poner la palabra pueblo en cualquier sitio y por eso lo pusimos en griego. Entonces había papelerías, pero no librerías, y nos planteamos batallar para que la gente pudiera conseguir libros de todo tipo, acercarnos a las asociaciones, a los colegios…

- Para muchos era un lugar de encuentro

- Era un centro de interés porque había pocos sitios donde la gente pudiera estar un ratico. La gente compraba los libros, pero al mismo tiempo se comentaban los problemas del pueblo.

- Resultaría complicado financiar este proyecto.

- Había gente que apoyaba para que saliera hacia delante. Teníamos unas fichas que compraban y los libros se los llevaban después, poco a poco, pero el dinero lo dejaban antes para ayudar a la librería. Ideas de este tipo surgieron muchas y así hemos llegado hasta donde estamos. Nuestra idea era hacer una librería distinta y hemos superado crisis gracias a que muchos han ayudado con sus ideas y aportaciones

- ¿Se lee ahora menos que en aquellos tiempos, cuando abrió la Librería Demos?

- No, por Dios, ahora se lee mucho más. En aquellos tiempos leía una minoría y ahora se lee desde niño en los colegios. En los años 70 hacíamos comentarios de libros e, incluso, llevábamos una lista a la puerta de las fábricas para hacer ver a la gente que existían los libros.

- ¿En su librería se venden los escritores del premio Setenil?

- La gente los compra durante un tiempo. Por ejemplo, Los girasoles ciegos de Alberto Méndez (ganador de la primera edición del concurso en 2004) lo siguen comprando.

- ¿Y los escritores de Molina?

- Los de Molina tienen su apartado especial y colaboramos con ellos en sus presentaciones y en lo que haga falta. Nuestro objetivo es vender libros distintos a los que salen en los medios de comunicación, de autores que pasan de moda, de escritores jóvenes…

- ¿Cuáles son las preferencias literarias de la gente?

- Hay variedad de lecturas. Están las novelas que han sido premiadas, pero también hay quien sigue leyendo los clásicos, poesía o filosofía. El libro infantil se compra bastante y es importante porque los padres vienen motivados y los niños son el futuro.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 12/03/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.