Prim: «Ordeno que El Garbanzal y su anejo de Herrerías se denomine La Unión para acabar con las disputas».

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La calle Mayor de La Unión, en los años 30.

Es lo que tienen los municipios que acumulan un aluvión de historia en tan escaso tiempo. Desde que en 1860, la Villa de El Garbanzal -incluyendo Portmán, Roche y Las Herrerías- se segregara de Cartagena, pocas ciudades de España han sumado tantos avatares meritorios de ser conservados para la posteridad.

Por ello, no es difícil que cada trimestre, cada mes, o incluso cada semana, La Unión pueda conmemorar una efeméride. Y eso sucede estos días, en los que se celebra el 140º aniversario de la denominación Villa de La Unión; el 150º de la finalización del camino de Cartagena a Las Herrerías (hoy un tramo de la antigua carretera N-332); y el 75º de la terminación del Camino del 33, que enlazó el casco urbano con Portmán a través de la Sierra Minera.

De esa memoria colectiva, definida por el cronista oficial, Paco Ródenas, como «la ceniza del tiempo, la prueba cierta de que la Historia nos consume -quemándonos, oxidándonos- frente al futuro que todavía no es y el presente que ya se va», se ha ocupado el ciclo de conferencias organizado por el ayuntamiento bajo el título de La Unión, haciendo camino.

Y es así como echamos una mirada a aquel final de 1868, en el que el pujante barrio minero de Las Herrerías competía con El Garbanzal por la supremacía del municipio. Hartos de tanta disputa, una comisión de vecinos de ambos núcleos expuso el estado de la cuestión al general Prim, cuando desembarcó en Cartagena como triunfador de la Revolución de Septiembre.

Su mano derecha, Miláns del Bosch, bisabuelo del general del mismo apellido que el 23 de febrero de 1981 sacó a patrullar los tanques en Valencia, convocó en la fábrica de Los Morenos a los poderes fácticos del municipio y acordaron el cambio de denominación: La Unión.

El flamante ministro de Gobernación, Práxedes Mateo Sagasta, firmaba el decreto el 2 de diciembre en La Gaceta de Madrid (antiguo BOE): «He dispuesto, como miembro del Gobierno provisional, que el pueblo de Garbanzal y su anejo de Herrerías (provincia de Murcia) se denomine en lo sucesivo de La Unión, para evitar las continuas desavenencias que ocurren entre los distritos, de conformidad con los vecinos, y haga olvidar sus antiguos nombres».

Símbolo del auge minero

Para satisfacer las demandas de comunicación de Cartagena con el incipiente enclave de Las Herrerías, una sociedad de suscriptores mineros y fundidores auspiciada por el gobernador civil de entonces, Pedro Rosique, construyó un extraordinario camino, nada parecido a la podredumbre general de las rutas de la época. «El nuevo camino permitió transportes más fáciles y baratos para conducir personas, carros, caballerías y línea regular», subraya el cronista oficial, Francisco Ródenas.

Se realizó en varias fases desde 1852. La última, hace ahora 150 años, llegó a Las Herrerías. Su tramo final se conoce como Calle Mayor, «clave para entender la historia urbana, escenario total de la ciudad minera, gran sofá, salón, paseo, mirador, escenario y escaparate, puerta abierta al mundo y espejo del tiempo», en opinión de Ródenas.

Actualmente, existe un convenio entre los Ayuntamientos de Cartagena y La Unión para la conversión de la carretera en un bulevar, que se llamará avenida Sierra Minera. Se extenderá hasta la diputación cartagenera de El Algar, por lo que el tramo discurrirá a lo largo de catorce kilómetros del recorrido de la antigua N-332.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 12/09/2008 and is filed under , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.