Las cosas no se hacen porque sí; hay que tener una idea a la que darle vueltas.

image

Ni un jarrón, ni una vidriera, ni una figurita, ni ningún producto textil; una de la creaciones ganadoras del III Concurso de Ideas, organizado por el Centro Tecnológico de Artesanía de Murcia, es un banco. Pero no un banco cualquiera, sino uno que «cobra vida». Así, al menos, es como le gusta a Cristina Serrano, su joven autora, describir su obra. ¿Cómo se dota de alma a un objeto inanimado? En el caso de esta diseñadora, proporcionándole unas luminosas y coloridas entrañas, fabricadas a base de fibra óptica. Innovación en estado puro.

- Por más que lo intento no consigo unir un concepto como el de artesanía, lleno de connotaciones tradicionales, con algo tan moderno como la fibra óptica.

- No sé, ni me lo había planteado. Yo realmente no me dedico a la artesanía sino al diseño de interiores o, al menos, eso es lo que estudio en la Escuela Superior de Arte y Diseño. Se me ocurrió, que, simplemente, podía coger un elemento que ya estaba ahí, en el entorno urbano y darle un nuevo giro. Para innovar no siempre hay que crear cosas totalmente novedosas, A veces basta con tomar objetos cotidianos y tradicionales y cambiar la visión que tenemos sobre ellos.

- Sí pero ¿cómo se le ocurre a uno rellenar un banco de cables que se utilizan normalmente para transmitir datos?

- Las cosas no se hacen porque sí. Lo más importante es tener una idea inicial a la que darle vueltas, si no tu proyecto no vale nada. La mía era transmitir la sensación de que algo que está muerto podía cobrar vida y moverse. A partir de ahí se me ocurrió lo de utilizar una luz que cambiaba de color. Tras esto, sólo tuve que investigar un poco para encontrar los materiales más adecuados.

- ¿Qué tienen de artístico creaciones como éstas, viendo lo que se expone en algunas ferias de arte contemporáneo?

- El diseño y el arte tienen un punto de encuentro común; ambos pretenden transmitir tus sensaciones y percepciones que llevan tu firma y parte de tu personalidad.

- ¿Puede tener un uso público real? Te lo digo porque, tal y cómo se trata hoy en día el mobiliario urbano, no parece un proyecto muy útil.

- No, te aseguro que es muy funcional. Lo he diseñado pensando en que sea resistente y duradero. La rejilla metálica tiene unos agujeros muy finos, para que no se pueda fastidiar. Además, es muy seguro porque la fibra óptica no conduce la electricidad, sino la luz. Así, con una simple bombilla podemos iluminar todo el banco durante días y días, incluso, durante meses. Además es respetuoso con el medio ambiente, ya que no consume apenas energía.

- Pongamos que soy muy chic, y quiero tener uno de estos banco en mi estiloso jardín. ¿Me harías uno?

- Por supuesto. Yo te lo fabrico encantada. Además, lo que son los materiales no son muy costosos.

- Bueno, ¿y ahora qué vas a hacer con el invento? ¿Montarte un saloncito con estilo?

- Pues no lo sé, mi madre lo tiene colocado por casa. De todas formas hay que guardarlo rápido y pasar página para empezar con nuevos proyectos.

- La creatividad es innata o en parte se puede adquirir o entrenar.

- Yo creo que es algo que se tiene. La gente que opta por el mundo del diseño tiene la cabeza llena de ideas. De todas formas, muchas veces es necesario que alguien te estimule y te ayude a plasmarlas, y ahí es dónde entra la labor de un buen profesor. Cuando empecé a estudiar no sabía cómo se me iba a dar esto, pero cuando ganas un premio como éste coges la moral y la fuerza suficiente para seguir luchando e intentar hacerte hueco en este mundo.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 12/16/2008 and is filed under , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.