La muestra 'Paralárdin' con 35 óleos permanecerá abierta al público hasta el próximo día 21 en la Universidad Popular.

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Los peajes de autopista, los aparcamientos, los túneles, los puentes y los puestos de aduanas no son lugares grises, fríos e impersonales, como podría pensarse. Todo lo contrario. Para el pintor Marcos Gómez se trata de espacios coloristas y cargados de recuerdos. El artista mazarronero regresa a su tierra con la exposición Paralárdin, una serie de 35 óleos dedicada a su primo Ginés Lardín, ya fallecido, y que hasta el día 21 se puede visitar en la sede de la Universidad Popular.

La muestra es un paseo por algunos de los paisajes (la mayoría urbanos, otros rurales) que Marcos Gómez recorrió, durante varios veranos, acompañando a este familiar, camionero de profesión, por media Europa, transportando mercancías. En estos periplos, el pintor hizo acopio de abundante documentación, tomando fotografías de los lugares por los que pasaba, que luego le han servido para ejecutar ésta su última obra pictórica, a la que ha dedicado los dos últimos años. La colección mantiene el cromatismo de sus dos anteriores trabajos: Mujeres (una exposición individual que también colgó en Mazarrón) y Visiones de un litoral, salida de los pinceles del Grupo Almagra, al que pertenece.

«Son temas de carreteras, de lugares, de ciudades, cuajados de pinceladas ágiles y precisas, de empastes diversos y de ideas, de una sincera palpitación humana», indica el comisario de la muestra y director de la Universidad Popular de Mazarrón, José María López Ballesta. Y añade: «Son líneas que se nutren del misterio, el deleite de la contemplación y el silencio de lo simbólico».

El resultado se acerca al diseño gráfico y a la señalítica debido al colorido y a la utilización de tintas planas, y hasta tiene un toque que recuerda la cultura pop. El autor afirma que ha respetado «la forma, el espacio y la perspectiva». Eso explica que los lienzos sean horizontales, todos menos uno, porque el pintor ha querido transmitir al espectador la visión que tenía de los paisajes, a través de la luna delantera del vehículo, cuando viabaja en el asiento del copiloto de la cabida del camión. El pintor, profesor del instituto Aljada de Puente Tocinos, confiesa que disfruta comentando con estos profesionales del transporte los recuerdos que les traen estos paisajes por los que ellos también han circulado tantas veces.

En cuanto al título de la exposición, Marcos Gómez cuenta que es un guiño a la época hippy que vivió su primo en la década de los años setenta. Con otros amigos de Mazarrón, se trasladó a Inglaterra, para aprender el idioma, y fue allí donde le cambiaron el acento de su apellido. La anécdota se prolongó en el tiempo, incluso después de haber regresado al pueblo. Con todo, el artista insiste en dejar claro que esta exposición no es un homenaje a su primo. «Yo ya llevaba tiempo trabajando; luego pasó lo que pasó. Pero desde un principio pensaba dedicarle la exposición, porque él me ayudó. Si no hubiera pasado nada, se la hubiera dedicado igualmente. En cualquier caso, es un homenaje a los camioneros y si me apuras, a los camioneros mazarroneros. Es una historia de las carreteras».

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 12/09/2008 and is filed under , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.