De niño llevaba a mi abuela del brazo todos los días hasta la ermita de la Virgen del Paso en La Ñora; para mí, eran momentos de mucha paz.

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Pedro Jesús García nació junto a los ritmos continuos y pausados de la rueda de La Ñora; su relación constante con la naturaleza y las buenas gentes de pueblo le han hecho crecer siempre en un ideal de belleza. En la imaginería religiosa ha encontrado en Luis Álvarez Duarte al maestro a quien imitar; y si puede, incluso a superar. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, y ahora tiene su taller en La Arboleja. Hace tan sólo unos tres años que ha empezado a sacar obra de su taller, pero últimamente se le acumulan los encargos para diversos puntos de España, entre ellos una talla de la Fuensanta para la capital del Reino.

- Perdone que sea entrometido, pero ahora que tantas revueltas estudiantiles hay en torno al programa educativo de Bolonia, ¿Cómo se le ocurre a un joven como usted meterse a imaginero?

- Para mí es algo que llevo dentro de mí, ya de pequeño me gustaban mucho las imágenes religiosas, recuerdo que en mi infancia llevaba cogida del brazo a mi abuela Ana casi todos los días a la ermita de la Virgen del Paso en La Ñora, y para mí eran momentos de paz, contemplación y de vivencia interior muy agradables; ella fue quien me inculcó mucho la devoción mariana, y le soy sincero, disfruto plenamente tallando imágenes de María o de sus advocaciones.

- Sí pero lo de su abuela ya pasó, y a usted ya le han crecido bastantes pelos en la barba.

- La ilusión, las buenas enseñanzas y las experiencias agradables de la infancia quedan para toda la vida. Ella tenía grandes ilusiones por la talla de una Virgen de la Esperanza, la verdad que me costó mis esfuerzos pues aún no me había introducido en este mundo, pero conseguí que tuviese en el lecho de su muerte su Virgen preferida y realizada en barro por su nieto.

- ¿En qué situación están los talleres de imaginería en Murcia?

- En lo que se refiere a la dedicación de la imaginería hay pocos, pero creo que de muy buena calidad

- ¿Qué se debe hacer para llegar a ser un buen imaginero?

- En primer lugar debes partir de unas buenas bases. Estudiar, centrar tu interés en esta área y siempre, siempre, buscar la perfección. Aprender de otros imagineros, ser muy observador y pasar horas enteras delante de tu propia obra, observándola intentando que te transmita qué le faltaría o cuál sería el punto que retocarías para llegar a la perfección. Un buen imaginero debe estar constantemente en reto consigo mismo y a su vez disfrutar de su propia obra.

- ¿Qué es lo más difícil de trabajar en una imagen?

-Vestir te da más juego, puedes cambiarles las ropas y por tanto a su vez varían los mensajes que transmiten. Una imagen toda de talla es ya otro mundo dentro de la misma imaginería; empezando por el propio costo de la imagen. Debes centrarte mucho en los rasgos de la cara, pues este es el punto central de miradas de las gentes. Cuando trabajas es como si quisieras transformar lo humano en un soplo de divinidad; y en mi caso concreto que me declaro profundamente mariano, sería el transformar el cuerpo de mujer en la belleza sublime que te atrapa para adorarle sin quedarte en la imagen, sino para transportarte espiritualmente con el pensamiento, la vivencia interior y sobre todo con la ternura de una madre: María.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 12/01/2008 and is filed under , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.