El vicario general presidió la celebración al hallarse el obispo Reig Pla en México.
La festividad de San Fulgencio, patrón de la diócesis de Cartagena, fue celebrada ayer con toda solemnidad por el cabildo catedralicio y feligresía. Dado que el obispo, Juan Antonio Reig Pla se encuentra en México, participando en el Encuentro Mundial de las Familias, fue el vicario general de la diócesis, Miguel Ángel Cárceles, el que presidió la procesión y demás celebraciones.
El arca de plata que contiene las reliquias de San Fulgencio y Santa Florentina, fue llevada en procesión, por el interior de la Catedral, por una comitiva formada por más de cincuenta sacerdotes, diáconos y canónigos, tal y como es tradicional, hasta ser depositada junto al altar mayor, por la Vía Sacra. Tras la procesión claustral, el vicario concelebró una misa por el antiguo ritual hispano-mozárabe, en el que cobra gran importancia el canto de los dípticos y que era el ritual vigente en la época de los cuatro santos cartageneros. En su homilía habló sobre San Fulgencio y la santidad.
Después un gran número de feligreses aguardaron a la puerta del Palacio Episcopal el momento en que se abrieran las puertas para dar comienzo el tradicional reparto de boniatos en dulce y mistela. La tradición de obsequiar a la feligresía con boniatos en dulce data de una época de penurias, en la que dicho dulce era el plato más extraordinario y codiciado que los seminaristas podían degustar en la festividad del patrón de la diócesis.
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