El Día de los Humedales nos da una excusa para ir.
Al encuentro de las aves acuáticas
Para los británicos, observar aves es una religión. Junto con el té de las cinco, el cambio de guardia en el Palacio de Buckhingam y los emparedados de pepino, salir al campo a mirar pájaros es una de las tradiciones a la que siguen sacando brillo los hijos de la Gran Bretaña. Cada fin de semana, miles de birdwatchers se esparcen por la campiña vestidos con un viejo impermeable y unas botas de caucho, equipados con unos prismáticos, una manoseada guía y un cuaderno de notas, dispuestos a comprobar si la malvasía ha sido este año puntual, o si el celo de la avutarda se desarrolla como mandan los cánones.
Lo llevan en la sangre: del Reino Unido proviene la gran tradición naturalista europea, y pocos como los británicos han sabido hacer un arte de la vida en el campo. Sólo les falla una cosa: la meteorología.
En la Región, donde el mal tiempo es sólo un paréntesis, tenemos este fin de semana una buena excusa para salir de casa y echarnos al catalejo la amplia colección de aves acuáticas que en estos momentos se refugia en nuestros espacios naturales: el Día Mundial de los Humedales se celebra en tres puntos calientes para el averío, y nosotros tenemos la opción de apuntarnos a las actividades que organiza la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente -ver ficha- o bien de perdernos por nuestra cuenta. Ahí van unas cuantas propuestas para pasar el fin de semana sin soltar los prismáticos:
Rambla de las Moreras (Mazarrón).
Desde la desembocadura en Bolnuevo, si remontamos el cauce podremos ver garzas comunes y reales, pollas de agua, diferentes tipos de anátidas e incluso el águila perdicera planeando cerca de la sierra.
Pantano de Blanca.
Desde el mirador del Alto Bayna o a pie de agua, en este pequeño mar interior nos esperan ánades reales, fochas, garcetas, garzas reales, pollas de agua y los estilizados cormoranes.
Playa de La Hita (Los Alcázares).
Los flamencos y otras aves acuáticas de menor porte crían y se alimentan a tiro de piedra del paseo marítimo.
Lagunas de Campotéjar (Molina de Segura).
La malvasía cabeciblanca es la protagonista de este sorprendente humedal interior, que no es ni más ni menos que un ecosistema artificial formado por las aguas depuradas de Molina.
Calblanque (Cartagena).
En las Salinas del Rasall vive una colonia de flamencos, junto con avocetas y cigüeñuelas. Cuenta además con un observatorio para espiar a las aves sin molestarlas. Ojo con los mosquitos.
Salinas de San Pedro del Pinatar.
Los flamencos son sus inquilinos más famosos.
Ajauque y Rambla Salada (Fortuna).
El alcaraván y la ganga ortega son las aves esteparias que hacen atractivo este amplio espacio húmedo de tierra adentro.
LO QUE DEBE SABER
Actividades
Hoy viernes: Charla sobre la importancia de los humedales y ruta experimental en el Parque Regional de las Salinas de San Pedro del Pinatar (10.00).
Mañana sábado: Voluntariado ambiental en el Paisaje Protegido de Ajauque y Rambla Salada
(Fortuna).
El domingo: Charla sobre la recuperación de las Salinas del Rasall (Parque Regional de Calblanque, Cartagena) y ruta guiada. Itinerario guiado y una gincana familiar en Ajauque y Rambla Salada.
Más información
968 362 701/ 968 366 321
Equipo básico
Prismáticos, cámara de fotos, calzado cómodo, guía de aves y cuaderno de notas.
Para saber más
Guía básica de las aves de la Región de Murcia (CARM).
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