Más de cien adolescentes y adultos integran la Escuela Municipal de Teatro, que este curso incorpora clases sobre cine.
Con una mesa con dos sillas y un teléfono se dan por contentos. Da igual que la acción se desarrolle en una cocina, un comedor o una habitación. La imaginación es la que lleva la batuta en los ensayos de los alumnos de la Escuela Municipal de Teatro Francisco Rabal.
En un pequeño y escondido local de la calle Lope de Rueda, donde si no fuera por el llamativo cartel de la puerta para muchos pasaría desapercibido, más de un centenar de niños, jóvenes y adultos aprenden cada semana el arte de la interpretación. Se instruyen para ser más expresivos con el cuerpo, ser deshinibidos y desenvolverse bien en un escenario.
De hecho, sobre las tablas parecen otros. La escuela, que ya lleva once años en funcionamiento, ha convertido a muchos jóvenes si no en actores profesionales, sí al menos en amantes de la actuación. «¿Qué voy a hacer yo por las tardes si no voy a la escuela? Se puede estudiar, pero también hay que desconectar un poco y el teatro es lo mejor que hay», comenta Carmen da Casa, de 17 años.
Once años de éxitos
Profesores y alumnos de la escuela municipal han cosechado éxitos con Luces de Bohemia o el musical Notre Dame de París. Además, colaboran con el Festival MuchoMasMayo, cuya cuarta edición incluirá un taller de teatro sensorial. Por eso, le gustaría que el Ayuntamiento les redoblara su apoyo.
Tanta pasión le echan a su afición que no se conforman con hacer teatro. Ahora van a por el cine. Los pupilos de José Salguero, entusiasta director de la escuela, van a cambiar los decorados y los escenarios por la claqueta, las cámaras de vídeo y los efectos especiales.
El 13 de febrero, veinte alumnos empezarán un curso para conocer los tipos de plano, los movimientos de cámara o las claves del montaje para la gran pantalla.
«Estos días estamos preparando un cuentacuentos, pero a partir de febrero nos embarcaremos en esta aventura cinematográfica. Vamos a empezar con unos pocos alumnos porque es una prueba, pero cualquiera puede asistir como oyente», comenta Salguero.
No sólo habrá teoría, sino ensayos al estilo de un estudio profesional. Rodarán Poeta solitario, un cortometraje con guión del propio Salguero. Ilusionado, éste avanza que es un drama sobre la decadencia de un matrimonio y quiere estrenarlo en verano. La historia le ayuda, porque «precisamente está escrita para rodarla ahora, en invierno».
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