El artista, nacido en Caravaca, recibirá junto al bailarín cartagenero José Carlos Martínez la Medalla de Oro de la Región, con la que se reconoce su trayectoria.

image

«Como pensaba que nunca me iban a conceder una distinción de es categoría, me coge un poco en fuera de juego. Es algo para mí nuevo, y acaso no sé reaccionar». Fue lo que dijo el escultor José Carrilero (Caravaca, 1928) a La Verdad cuando llegó el momento de hablar sobre la Medalla de la Región de Murcia, que le ha otorgado el Consejo de Gobierno de la Comunidad, junto a José Carlos Martínez, actualmente primer bailarín del Teatro de la Opera de París. Para Carrilero, «se trata de algo que me emociona y me alegra. Así lo he aceptado». A la hora de otorgarle la Medalla, lo que se ha tenido en cuenta ha sido su amplia y excelente trayectoria como escultor, que, aunque bastante desconocida en su tierra hasta hace algunos años, ya gozaba de un reconocimiento en las esferas artísticas españolas, pero también en no pocas galerías extranjeras, que han presentado una obra que ya estaba respaldada por el Premio Nacional de Escultura o el Premio de Roma, entre otros galardones.

-Aunque le sorprenda a usted la concesión de la Medalla de Oro de la Región, no habrá sido una sorpresa para sus esculturas.

-Es algo totalmente inesperado y nuevo para mí y para mis esculturas. Supongo que tendrán calidad suficiente, pero eso son los demás quienes deben decirlo. Mi función única es trabajar. A lo mejor, los demás ignoran cómo es mi escultura o mi modo de hacerla.

Debajo de una higuera

-¿Se trata de algo nuevo para usted o de que no le atraen estos temas?

-Es que mire: un día le dije a no sé quién que yo no sé moverme para estas cosas. Es que mire: si yo estoy debajo de una higuera, levanto el brazo y puedo coger un higo, pues lo cojo; pero si tengo que hacer un esfuerzo a una rama más alta para alcanzar el higo, pues no lo cojo.

-Tal y como me describe la situación, podría hablarse de gandulería.

-No se trata de gandulería, porque no soy gandul, como tampoco soy modesto, aunque lo parezca. Simplemente, mientras estoy haciendo lo que hago soy muy feliz. Y todo lo que sea oropel y adorno alrededor no me interesa y nunca me ha interesado.

-Es que si los artistas no se montan su mundo de relaciones o de oropeles pueden quedar fuera del ámbito que les proyecta.

-Pues bueno, sí, claro, te quedas fuera� . ¿Y qué quiere que yo haga? Entiendo que hay que tener un poco de eso, pero si te lo dan buenamente... No se trata de estar día y noche buscando lo que espontáneamente no se puede conseguir. Cada cual es muy libre de actuar como mejor crea. Yo soy así, y siempre lo he sido. Le repito que yo, como me lo paso bien es haciendo mi trabajo. Lo demás no me importa nada. ¿Lo entiende? Es decir, lo que me importa es el camino, pero no llegar.

-Si usted tiene que hablar de su obra, ¿qué diría, cómo la definiría?

-Es una pregunta difícil.

-Bueno, pero, si usted no lo dice, tendremos que recurrir a lo que dicen los críticos.

-Mi obra tiene de singular que está hecha con toda sinceridad, fuera de modas e intereses. No sé decir más. Yo soy como un ermitaño, más o menos, que vive su vida, retirado, en silencio. Tengo amigos y compañeros que se ponen a hablar de lo suyo y, ¡joder!, te hacen una novela como El Quijote de larga. Yo no puedo. Quizá sea tonto o tímido, o las dos cosas al mismo tiempo.

-Y de lo que han dicho los demás, ¿en qué han acertado o errado?

-Creo que han elogiado obras que a mí no me gustan tanto como otras; pero, en general, sí han acertado con mi criterio privado. No siempre se acierta con el pensamiento que se ha tenido presente a la hora de realizar una obra, aunque creo que esto es lógico.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 1/29/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.