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Jaime Belda Cantavella se empapó bien de la música en Valencia. Allí se especializó como saxofonista tocando con la orquesta El Brujo, y ese embrujo lo 'exportó' después a Cartagena. De tal forma que lleva doce años seguidos trabajando para fortalecer la Agrupación Musical Sauces. Se autodefine como un «hombre libre, independiente, con criterio propio, amigo de sus amigos».

-¿Por qué eligieron el nombre de Sauces?

-En el lugar donde se encuentra la agrupación musical era una zona donde crecían los sauces.

-¿Cómo nació la agrupación?

-Fueron los mismos vecinos del barrio, junto con algunos profesionales, los que tuvieron la idea de crear una sociedad musical. No nos cabe duda de que recibieron influencia de las que existen en Murcia y Valencia, para dar los primeros pasos y formar a jóvenes. La peculiaridad única en nuestra agrupación es que nosotros nacimos, y así continuamos, como una actividad que promueve la asociación de vecinos.

- ¿Cuántos trabajos han sacado a la calle?

-Participamos en todos los eventos que nos son posibles. Una agrupación musical cobra vida cuando sale a la calle o sube al escenario. En 2002 editamos un cedé titulado 'Suspiros de pasodobles', una recopilación de todos aquellos pasodobles que se habían escrito en Cartagena o que tenían esta ciudad como motivo de inspiración. De ahí que incluso se llegó a decir que Cartagena era la musa del pasodoble. Dos años más tarde editamos otro cedé dedicado a la semana santa cartagenera.

-¿Cuántas personas forman la agrupación?

-Los componentes de la banda somos 85 personas, si bien algunos de nuestros miembros han pasado a dedicarse a la música como especialidad. En concreto, y desde que nos constituimos, son 28 profesionales ejerciendo en distintas orquestas o escuelas de Europa. En la escuela de alumnos, como tal, rebasamos el centenar de personas, desde los 5 años que pueden entrar a formarse. También contamos con una sección de escuela de adultos, con 15 alumnos y con edades comprendidas entre los 35 y 50 años.

-Comentaba antes las influencias murcianas y valencianas, pero ¿a qué se debe esa afición tan considerable por la música en Cartagena?

-Los orígenes hay que buscarlos en la música militar. Esta ciudad siempre ha contado con banda, aunque tuviese esa connotación militar. Por otra parte el cartagenero siempre ha sentido predilección por la zarzuela; ha existido mucha tradición por las corales, y el pasodoble ha encontrado aquí un mundo de inspiración para muchos autores.

-Digamos que es porque la ciudad mira al mar.

-No se lo puedo negar, pues incluso uno de los temas de nuestro repertorio es 'Cartagena mira al mar'. Las bandas de música militares han traído siempre buenos instrumentistas y buenos directores. La etapa modernista en esta ciudad fue muy importante, sobre todo a finales del XIX. Fueron momentos de auge económico. Debido a las explotaciones mineras hubo una clase social alta con bastantes medios económicos que se interesó por la música. Estas familias incluso disponían de un profesor de música en sus domicilios. El piano era el rey de los instrumento a finales del XIX pues raro era el domicilio de las clases altas que no tuvieran uno en casa y, además ocupando un lugar predilecto.

-¿Qué proyectos llevan entre manos?

-Nuestra labor es altruista. La crisis también afecta a este sector, máxime cuando no es una necesidad de primer orden. Queremos seguir evolucionando en cantidad y calidad y estar presentes en los eventos musicales más importantes.

Olisqueado en La Verdad.

This entry was posted on 1/29/2010 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.