Vecinos y Huermur denuncian al abandono del monumento.

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La emblemática rueda de La Ñora ya no tiene ni perro que le ladre. Sus hierros, llenos de barro, y las paredes de los muros que la sustentan, cubiertos de verde recuerdan con añoranza el agua y los cuidados que en un tiempo mucho mejor recibió.

Este monumento, que dio nombre a la pedanía en la que reside, cumple la misma función que hace cientos de años: elevar las aguas del río hasta el acueducto conocido como Rajicas para regar las tierras de la huerta. Sin embargo, en la actualidad, la teoría difiere con la práctica. El deterioro de la rueda, situada en la Acequia Mayor de Aljufía, y su entorno es evidente. La acequia ha reemplazado el agua por piedras, ramas secas y basura.

Los vecinos de La Ñora hablaron ayer con esta Redacción sobre el progresivo abandono de este Bien de Interés Cultural (BIC). «Mi marido, 'Paco el de la rueda', era el encargado de la noria. Levantaba los tablachos, mandaba el agua a las acequias, la engresaba, la pintaba...», recuerda Josefa con un brillo en sus ojos. «Desde que falleció, abandonaron su cuidado. Yo conocí a mi marido en la rueda y aquí me quedé. Mis seis hijos nacieron viendo este monumento, o lo poco que queda de él», comentó. «Todo se acaba», se lamentaba la mujer. «Mi marido y yo hemos trabajado mucho en mantenerla para ahora verla así», agregó.

«El tema es que no nos escuchan», dijo Josefa María Castaño, vecina del lugar. «El deterioro es impresionante. Estamos bastante desatendidos, pues el alcalde no nos presta atención. Los pescados, al no tener agua, se mueren y dejan un olor insoportable. Luego, en verano, llegarán los mosquitos», expresó.

«La palmera de la rueda no la escardan. Está hecha polvo y el día menos pensado se viene abajo. El pedáneo es el que tiene que empujar y presionar para que la situación se arregle», añadió otra vecina.

Esta seña de identidad de la huerta murciana está en ruinas. Los radios, encargados de sustentar la rueda, tienen más agujeros que hierro. Los ciudadanos que viven cerca de la rueda han crecido a la vez que este emblema ha ido decreciendo. «Los que vivimos aquí lo sentimos mucho más. No está como tiene que estar para ser BIC. Siempre dicen que hay presupuesto pero nunca la arreglan», expresó Rafael Nicolás.

«La Ñora está desamparada pero la rueda lo está el doble. Como el alcalde pedádeo no es del pueblo, no lo duele», dijo Josefa Nicolás.

Fuentes de la Consejería de Cultura respondieron a 'La Verdad' sobre este asunto. «El hecho de que un elemento sea BIC no implica que tenga que sustentarlo la Comunidad. Eso es competencia de la propiedad, que en este caso es el Consejo de Hacendados. Nuestra obligación es supervisar el proceso de restauración». Cuando la propiedad falla, «esta competencia pasa al ayuntamiento correspondiente».

En cuanto a la solicitud de ayudas para mejorar el momumento, las mismas fuentes revelaron que en la última convocatoria de subvenciones «se potenciaron los bienes del sistema de regadío tradicional y los molinos de viento. Sin embargo, «no se presentó ningún proyecto de la rueda de La Ñora». El problema que tienen estas cosntrucciones es estructural porque se deterioran en muy poco tiempo. «Lo ideal sería poner en marcha un sistema que alimente la noria de forma regular», opinaron.

Olisqueado en La Verdad.

This entry was posted on 1/22/2010 and is filed under , , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.