Y llegó su hora.
1/26/2010 | Author:

Comienza la restauración de la torre del santuario y la capilla de los Condes de San Julián. Los técnicos aseguran que es «estrictamente necesaria» una intervención inmediata.

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Torre campanario del santuario patronal de la Virgen de las Huertas cuya parte más alta presenta corrosión de las armaduras, lo que ha provocado un precario equilibrio.

La torre campanario del Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas guarda silencio. Sus campanas no repican desde hace más de seis años. Sólo se escucha un leve tañido cada vez que su reloj da las horas. Y lo da con miedo, porque en alguno de esos toques de campana, pequeños fragmentos de su cúpula se han venido abajo.

Pero parece que a la torre del monumento ya le ha llegado su hora. En unos días está previsto que comience la restauración del campanario y de la capilla de los Condes de San Julián. El monumento ya ha sido objeto de diferentes mejoras, la última en 1998, en el que se intervino en el atrio, pero se «olvidó» actuar en la torre y en la capilla.

Las dos estancias del santuario permanecen en su estado anterior. El deterioro que padecen se ha visto agravado en los últimos años por la «falta de un mantenimiento fuera del ordinario», según se expresa en el proyecto básico y de ejecución de restauración de la torre campanario y la capilla de los Condes de San Julián, al que ha tenido acceso 'La Verdad'.

En él, también se señala que «problemas con el terreno», han provocado un progresivo y evidente deterioro de las «fábricas y elementos» de la capilla de los Condes. En el caso de la torre, la «innovadora» solución cosntructiva de su cúpula, mediante el uso de uno de los «primeros hormigones armados», no ha evolucionado de la manera esperada.

Su envejecimiento, con la rotura de parte de la plementería por «corrosión de las armaduras» ha provocado que dicho elemente esté en un «precario equilibrio». En el informe también se admite que es por tanto «estrictamente necesaria» su «intervención inmediata». En el proyecto también se explica que se ha efectuado un chequeo de las estructuras internas de la torre procediendo a su sustitución y refuerzo.

Para la restauración se utilizarán «materiales compatibles con las fábricas y elementos a consolidar». Las acciones serán de «carácter protector y preventivo», ciempre con un criterio básico de que el objetivo de la intervención es «preservar» y «poner en valor» lo existente», por lo que las actuaciones propuestas serán orientadas a la recuperación, en la medida de lo posible, del estado original de las distintas piezas, y a «evitar su progresivo deterioro».

El estudio también contempla los posibles casos en que sea necesaria la modernización, recrecido o retacado de elementos. «Esta se llevará a cabo siguiendo los criterios constructivos y materiales de la época de origen», obteniéndose una imagen estética acorde con los mismos.

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Lo que se pretende con la intervención, según el informe de los técnicos, es la puesta en valor del monumento y el entorno donde se inscribe, para que sirva como «elemento turístico de referencia» dentro de la Región. Los criterios de actuación se basan en un «respeto total de los restos arquitectónicos conservados, distinguiendo perfectamente los añadidos de las partes originales, empleando materiales y técnicas reversibles, fácilmente desmontables, identificables y respetuosas con lo existente».

Las primeras labores consistirán en la retirada y embalaje del mobiliario existente, tanto en la propia capilla como en la torre. Se eliminarán mediante medios manuales, todas las «acumulaciones de restos materiales como escombros, arrastres, basuras y deshechos» que poco a poco se han ido acumulando en la zona de actuación.

La existencia de varios bienes mueble de cierta calidad y en especial de una «talla de Benlliure de indiscutible calidad artística hace necesaria la protección de dichos elementos in situ», mediante la interposición de láminas rígidas de poliestireno, plásticos y lonas. Todo ello, se producirá «bajo supervisión de un restaurador cualificado y peonaje especializado».

En el informe también se especifica que debido al gran valor artístico de la pieza escultórica de Benlliure, se «recomienda» su «levantado y traslado» durante las tareas de intervención. Este traslado, según los técnicos, «puede ser el momento idóneo para una limpieza y tratamientos de consolidación, si los necesitara», aunque la decisión final podría estar a la espera de un «estudio detallado de la pieza para una mayor divulgación».

A la retirada de desechos y escombros seguirán trabajos de micropilotaje, que intentan evitar los problemas de cimentación en la capilla. La patologías que se están desarrollando debido a la saturación del terreno se evitarán con un drenaje perimetral en todo el conjunto a intervenir. Con el drenaje se intenta dar ventilación.

El sellado de grietas y fisuras será el siguiente paso. El refuerzo se hará con varillas de cosido. También se verificarán las cubiertas y colectores de pluviales de la capilla. Se intentará mejorar la pendiente de evacuación. Se colocará un nuevo canalón de plomo y se realizará un retejado de la cubierta, además de impermeabilizar.

Para solucionar los problemas estructurales de la cúpula de la torre, se propone la demolición del entramado de madera que la sujeta. La bóveda de hormigón de la cúpula y el entramado metálico interior que la conforma, no poseen las características adecuadas para seguir realizando funciones estructurales.

Debido a su alto valor testimonial, «como uno de los primeros hormigones realizados en la Región», y para evitar cambiar el perfil visual de la torre, se considera apropiado el intentar salvaguardar todo el elemento, aunque pierda su función autoportante.

Se propone la realización de una nueva cúpula interior, con hormigones estructurales ligeros y doble mallazo electro soldado capaz de sustentar el cascarón actual. El forjado del cuerpo superior también deberá ser reconstruido. Se protegerá de la humedad y de los posibles ataques de la carcoma, ya que se construirá con tableros de madera. El reloj se limpiará y se hará una copia de la baranda de ladrillo. El presupuesto de las tres fases es de casi 400.000 euros.

Olisqueado en La Verdad.

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