«La enfermería es una disciplina científica que necesita más reconocimiento», dice esta cartagenera, tercera española con el máximo galardón de la institución humanitaria.

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Su dedicación como profesora e investigadora para que la enfermería tenga más reconocimiento social y científico le ha valido a la cartagenera Juana Hernández Conesa ser la tercera española en obtener la Medalla Nightingale, máximo reconocimiento internacional de Cruz Roja. La distinguen como pionera en los estudios sobre la historia y la filosofía de esa profesión. Ex directora de la Escuela de Enfermería de Murcia y docente en la Universidad de Murcia, es licenciada en Geografía e Historia, Diplomada en Enfermería y doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación. A sus 53 años, está casada y tiene dos hijos.

- ¿Cómo ha acogido la noticia?

- Estoy muy contenta. Mis méritos humanitarios y de formación no son muy altos, pero es un grandísimo honor recibir el máximo galardón al que puede optar un enfermero en tiempos de guerra o de paz.

- Muestra gran humildad. Sólo dos españolas lo han recibido antes.

- Sí: la duquesa de la Victoria, en 1912, y Concepción Bermejo Zorrilla, en 1970. Desde joven he sentido la inquietud de ayudar a los demás, algo que en esta sociedad se nos olvida. Esa preocupación me ha guiado y la Enfermería la simboliza bien.

- Sus estudios tratan de afianzar la base científica de la enfermería.

- Sí. Es una disciplina científica propia que debe tener más reconocimiento. En el mundo occidental parte de la Grecia clásica y en la Edad Media los enfermeros eran monjes y monjas. Las órdenes católicas eran claves. El enfermero de Felipe II, Andrés Fernández, de la Orden de los Hermanos Obregones, escribió en 1623 el primer libro de enfermería del mundo. Lo que pasa es que se nos conoce más a partir de avances técnicos como las vacunas.

- ¿Cuáles son los rasgos fundamentales de la profesión?

- Que se trabaja con seres humanos en situaciones en que éstos están desvalidos y se les dedica un tiempo amplio y muy valioso de atención y observación. Por ejemplo en el duelo de un fallecido, somos un gran apoyo para la familias.

- ¿Qué momentos son decisivos?

- El ayudar a morir. Ahí te das cuenta de las cosas baladíes de la vida. La muerte nos iguala a todos y el enfermero debe ayudar a la persona que está en ese trance único.

- Se habla de buena muerte. ¿Cuál es?

- La que se acepta. La sociedad debe recuperar el sentido de la muerte natural. Hay personas que no quieren familiares presentes en su último aliento. Y hay que respetarlo; nacemos solos y podemos querer morir solos. El enfermero tiene que procurar una muerte digna, a la altura de lo que el paciente pide. Como el médico, el psicólogo o un hijo, debe poner mucho corazón y empatía.

- ¿Qué puede hacer?

- Debe estar muy atento al lenguaje no verbal. Algunas personas se ponen a hablar cuando creen que su familiar ha muerto. Pero éste puede estar escuchándonos. Yo he conocido a varias personas que han estado en coma 48 horas y, al salir, han dicho: 'Os he estado escuchando'

- Cruz Roja es vital en conflictos internacionales. ¿Cuál es el papel?

- No somos heroínas ni héroes, pero ni la Cruz Roja ni la Media Luna Roja son una ONG al uso. Tienen 150 años de prestigio, hacen incluso labores diplomáticas y muchas veces son la fuente de información en conflictos como el de Sri Lanka, donde se impide que haya periodistas.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 5/21/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.