Sus macizos están siendo atravesados por inmensos tubos del gasoducto.
Vista panorámica de parte del trazado por el que discurre el gasoducto en Jarales.
Algo ha cambiado la orografía de los macizos montañosos de la diputación de Jarales, y no es algo precisamente pequeño. Grandes surcos en forma de serpiente suben y bajan laderas. Inmensos tubos negros han sustituido a la vegetación autóctona, y máquinas y más máquinas escalan por la roca afanadas en las obras de construcción de un gasoducto que desde el sur llegará al centro del país. Los pájaros no saben mucho de infraestructura, así que ellos siguen piando. Los que si están notando los trabajos son los vecinos. Algunos incluso tendrán que vivir con los tubos pegados a su terraza trasera. Llevan una vida allí, normal que no estén del todo de acuerdo con lo del progreso.
La ermita de Los Morotes, al fondo.
Resulta difícil apartar la mirada de las obras pero el paisaje ayuda. En Jarales en primavera predomina el amarillo, el de los cultivos de trigo y el de un tipo de arbustos que florecen con una especie de pelusilla envolviendo minúsculas flores. Accedemos a la diputación por la carretera que conduce a La Parroquia aunque siete kilómetros antes hay que girar en el desvío hacia Almería.
Es el color predominante en la pedanía.
No existen en Jarales núcleos poblados, más bien cortijos aislados. Algunos se mantienen y otros son la huella de que alguna vez hubo vida en ellos. La agricultura, como en la mayor parte del término municipal, ha sido la principal fuente de ingresos de sus gentes, dedicadas especialmente al almendro, la oliva, los cereales y la vid. No faltan tampoco cebaderos que más bien son pequeñas explotaciones familiares, ya que la ganadería tiene poco peso específico en la economía de la zona. La carretera no está mal, soporta poco tráfico, aunque eso sí, es bastante serpenteante y con desniveles.
Jarales requiere adentrarse en sus caminos, hay cientos de ellos que invitan a aventurarse. ¿Dónde irán?, ¿qué esconderán? Algo seguro, algún que otro conejo, liebre o perdiz. También tomillo, romero, pinos. Nunca faltan estos elementos en el lienzo sobre el que se pinta esta silenciosa diputación que en su día tuvo una escuela unitaria aunque hoy en día la presencia de menores se limita a las visitas de fines de semana a casa de los familiares.
Número de habitantes: 41.
Superficie: 54,642 kilómetros.
Parajes y lugares: El Cimbre, Los Palacios, Los Morotes, La Alquería, Los Cuzcos, El Llano, La Tejera.
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