Su última voluntad.
5/14/2009 | Author:

Fiestas de Primavera, jueves. La escena, repetida, tenía lugar en el balcón del Ayuntamiento de Murcia. En esta ocasión, Noelia Arroyo, Dona Sardina 2009, leía el Testamento de la Sardina. Los sardineros coreaban cada sílaba. El Presidente de la Agrupación Sardinera, Ismael González, lo escuchaba atentamente. Después, el himno sardinero, pañuelos que se enarbolaban, fuegos artificiales y un hombre que miraba al infinito� legando� sin saber lo que ocurriría después, sus últimas voluntades.

A la familia Sardinera, Ismael nos ha dejado el mejor testamento nunca jamás escrito. El que habla de entrega, de pasión, de lucha, de compromiso... un testamento que pudimos comprobar quienes tuvimos el honor de compartir ese momento.

Tras la lectura del testamento siempre hay un instante que uno no sabe muy bien qué hacer. Buscas a los tuyos, comentas, inicias la marcha para cenar� Pero este año el olor a pólvora quemada nos deparaba un momento inolvidable. Ismael buscó a los suyos y se abrazó, uno a uno, con todos los miembros de su junta directiva. No hubo palabras. No hacía falta. Con cada uno tuvo un trasbordo de cariño, de amor y de expresión íntima de lo que Ismael les quería agradecer y transmitir. Fue una despedida sin serlo. Fue un hasta nunca y un hasta siempre. Fue uno de esos momentos por los que no me hubiera gustado pasar y sin embargo agradezco al destino el que me permitiera vivir ese instante único e irrepetible.

Ismael ha sido exquisito hasta para decir adiós. Como las grandes personas, con pequeños gestos.

A mí también me dejó, una vez más, su particular encargo. Ismael sabe que amo a mi profesión tanto como al Entierro y, por eso, me pidió que lo siga dando a conocer a través de la palabra.

Hoy lo desvelo porque hoy volveremos a rezar por su eterno descanso. Y hoy quiero decirte, Ismael, que cada año renovaré este compromiso contigo en la medida que me sea posible.

Acabo de darme cuenta de que hablo de Ismael en presente. Me cuesta, y mucho, hablar de él en pasado porque Ismael está tanto en mi recuerdo como en mi corazón desde que hace 16 años tuve el grandísimo honor de ponerle voz al testamento de la Sardina.

Carmen Castelo.

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