El investigador de las costumbres del Campo de Cartagena habla hoy en Cajamurcia sobre 'Globalización y cambio de tradiciones'.
José Sánchez Conesa (La Palma, 1962) es el investigador más importante de las costumbres y tradiciones del Campo de Cartagena. Esa afición le viene de antes de licenciarse en Historia y por esa afición prepara su doctorado en Antropología Social y Cultura. Esta tarde (20.15 horas) impartirá la conferencia 'Globalización y cambio de tradiciones', en el Centro Cultural de Cajamurcia, en una actividad organizada por el Aula de Cultura de La Verdad.
- ¿Por qué nos gustan más las modas que vienen de fuera que nuestras propias tradiciones?
- Todo lo que viene de fuera nos gusta por el envoltorio. Por ejemplo, los americanos han vendido muy bien el Halloween y todo nace de una película de 1978 de John Carpenter. Pero al final tiene el mismo origen que lo nuestro. La de ellos nace de una tradición celta, del norte de Europa, y la nuestra, de una tradición latina, mediterránea. Pero al final unos y otros celebraban lo mismo: el encuentro entre los vivos y los muertos. Y unos y otros acogen a los espíritus de la casa y ahuyentan a los malos.
- ¿Tenemos muchas tradiciones en peligro?
- Hay algunas que incluso se están recuperando bastante. Me refiero a las cuadrillas. En su formato original, las cuadrillas recaudaban dinero para la iglesia o para la cofradía de ánimas. Para pagar misas por la salvación de las ánimas. Esa religión estaba impregnadísima hasta hace unos años, pero ya no. Ahora se hacen encuentros y hay mucha gente joven implicada, pero no le dan el sentido religioso de antes. Hay muchas tradiciones que están cambiando su formato.
- ¿Hay menos religiosidad y las costumbres cambian?
- Sí. Ahora pedir dinero con los fines de antes no se lleva. Ha cambiado la sociedad y lo que más me preocupa es que se pierdan los puntos de contacto del calendario festivo tradicional. Habían unas pautas y unos actos en los que había que estar presente. Ahora todo eso se ha disuelto por la modernidad y las prisas. Habría que potenciar algunas tradiciones como vehículo de encuentro de la gente.
- ¿La sociedad es consciente de ello o 'pasa' de las tradiciones?
- La gente lo añora mucho, sobre todo la mayor que ha vivido el cambio, la transformación.
- ¿Qué le dicen los escolares a los que usted les echa charlas con frecuencia? ¿Les suena a chino mandarín todo esto?
- Antes hablábamos de Halloween, que a muchos les parece una americanada. Pero esa fiesta se ha impuesto entre los jóvenes por la globalización y porque tiene una imagen más fuerte que nuestra tradición. La nuestra no vende tanto. Pero hay colegios, como el San Agustín de Fuente Álamo, donde piden a los niños que hablen con sus abuelos de las tradiciones de noviembre. Y es muy enriquecedor.
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