La prestigiosa naturalista, una de las mayores expertas del mundo en conservación de ecosistemas, estará el domingo en Mazarrón para exponer en Fotogenio 09 el método de trabajo de la mítica revista.

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Millones de personas han contemplado las imágenes más impactantes de la vida salvaje sobre la Tierra a través de los ojos de Kathy Moran, máxima responsable de los contenidos de naturaleza de la revista National Geographic, la mítica publicación de tamaño cuartilla y marco amarillo en la portada. Después de casi 30 años en la National Geographic Society -conocida entre sus miembros escuetamente como la Sociedad desde que fuera fundada en Washington en 1888-, puede decirse que esta prestigiosa naturalista es una de las responsables de la consolidación de la revista como gran referente mundial en la divulgación de contenidos medioambientales. Este fin de semana estará en Mazarrón para participar en Fotogenio 09, el mayor certamen de aficionados a la fotografía de España, donde explicará las claves de un estilo -el de la revista, el suyo propio- que ha marcado el camino a decenas de publicaciones en los últimos años. Será el domingo a las 11.15. [La entrevista se realiza mediante un cuestionario, que Kathy Moran contesta por correo electrónico desde algún lugar de Australia].

- Por sus manos han pasado algunas de las imágenes de naturaleza más impactantes de los últimos 30 años. ¿Cuántas es usted capaz de visualizar claramente en estos momentos? ¿40, 30, 20, 10?

- Me encanta esta pregunta. Diría que puedo visualizar unas quince o veinte imágenes de golpe; pero quizá sea más interesante que puedo pensar en tres historias a lo largo de mi carrera que me han emocionado de tal manera que todas y cada una de sus imágenes son importantes: Cheetahs (guepardos), con el fotógrafo y actual editor de NGM, Chris Johns; Coral Eden, con David Doubilet; y Megatransect, con el editor jefe de NGM Michael Nichols. Aquellas historias fueron tan maravillosas y tenían una narrativa tan poderosa que cuando estábamos haciéndolas no queríamos que se acabaran.

- ¿Qué tipo de imágenes le causan asombro todavía?

- Siempre reacciono ante los comportamientos. Pero para que sean auténticos tenemos que salir de nuestro espacio de autoprotección y nunca olvidarnos de que vivimos en un planeta maravilloso lleno de imágenes increíbles. Creo que eso es lo que más me motiva.

- No le sorprenderá que le diga que millones de personas saben -o creen saber- cómo es el mundo gracias a la revista National Geographic. ¿Le pesa esta responsabilidad a la hora de valorar los contenidos o editar los reportajes de la revista?

- En la revista sentimos una gran responsabilidad a la hora de contar una historia: buscamos siempre el mayor equilibrio entre las mejores imágenes y textos. Invertimos muchísimo tiempo en investigar antes de mandar al equipo a trabajar sobre el terreno. Las mejores historias se basan en tener un contacto permanente con científicos y conservacionistas -sus criterios son clave en el éxito de nuestros reportajes-; ponerle voz a la naturaleza y sus comunidades; y trabajar por la estabilidad de los ecosistemas y contar por qué es importante, por ejemplo, que no desaparezcan los primates de la isla Bioko. Queremos educar, informar e inspirar.

- Usted se ha volcado profesionalmente con la naturaleza africana: ¿qué sería de la vida salvaje de este continente de no haber sido por revistas como NGM o los documentales de fauna en televisión?

- Me preocupa que la mayoría de publicaciones sigan mostrando África desde el punto de vista romántico. He realizado reportajes sobre ese continente durante veinte años, pero el año pasado hice mi primer viaje allí con Ian Douglas, el reputado investigador de elefantes. Fuimos al Parque Nacional de Samburu y nunca antes había tenido una experiencia tan abrumadora: me di cuenta de que aún existen lugares en el mundo que nos hacen partícipes de la vida en la naturaleza salvaje, pero donde el ser humano no tiene el control. A pesar de nuestras buenas intenciones, quizá no hemos sabido contar la interconexión entre el ser humano y la vida salvaje del continente africano. Es muy fácil visitar el Serengeti y hablar de los leones, pero lo complicado es contar la conexión y los conflictos entre humanos y animales.

- Cuando viaja por el mundo, ¿es capaz de desprenderse de su ojo profesional?

- Nunca. Siempre estoy buscando la siguiente historia.

- Permítame que le pida un consejo: quiero hacer fotos y tengo un equipo normal y corriente. ¿Cómo me enfrento al paisaje? ¿Hay algún truco para hacer buenas fotos, o hay que nacer con buen ojo?

- La fotografía depende de la visión y el interés personal de cada uno. Cuando fotografío un paisaje, apunto y disparo, nada más. Lo único que me mueve a hacerlo es que el lugar me interesa. Pero un especialista en paisajes busca el sitio perfecto, la luz; siempre pretende ir más lejos, es una forma de decir: estuve allí. El drama, la tensión, el momento... todo forma parte del talento personal.

- ¿Hasta qué punto cree que influye la tecnología digital a la hora de hacer fotografías? ¿Se ha creado una nueva forma de retratar el mundo? ¿Ha servido para hacer mejores fotos o simplemente es una herramienta que ha supuesto comodidad para los fotógrafos?

- No soy una especialista, pero la tecnología digital ha hecho posible realizar fotografías en situaciones donde era técnicamente imposible con película. También hace que el trabajo de los editores sea más fácil, no sé si les ocurre lo mismo a los fotógrafos; en cuaquier caso, es un dilema interesante.

- ¿Con qué imagen asocia la naturaleza española?

- Siempre pienso en el lince ibérico.

- ¿Conoce el Mediterráneo español, donde se va a encontrar con más de mil aficionados a la fotografía? ¿Sabe de las graves amenazas -contaminación, construcción masiva- que pesan sobre estos paisajes mediterráneos aún casi intactos?

- Estoy deseando conocer Murcia. Estuve en Barcelona y pronto conoceré también Madrid, pero me encanta la costa. Hice un reportaje sobre la crisis del sector pesquero, y sé que en el Mediterráneo existe ese problema. Por otro lado, me fascina la idea de pensar que en Europa quedan todavía muchas reservas de naturaleza salvaje, como las de Murcia. Mi colega Staffan Widstrand está haciendo un reportaje sobre estos lugares con más de sesenta fotógrafos repartidos por todo el continente, y creo que la audiencia se quedará sorprendida al comprobar que no se ha perdido tanto como parece. Existen amenazas, de eso no hay duda, pero para luchar contra la construcción indiscriminada y la masificación hace falta la unidad de las personas que creen en la naturaleza: quizá sea la manera de frenar el proceso de destrucción.

- ¿Tiene pensado dedicar parte del fin de semana a fotografiar la luz mediterránea?

- No tengo pensado hacer fotos durante mi estancia en Murcia. Ya tengo suficiente con mi trabajo en National Geographic. Creo que aprenderé de las técnicas de los demás y disfrutaré del paisaje.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 2/28/2009 and is filed under , , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.