Cultura y Tradición a través de Imágenes

En la música, como en todo, hay que ir poco a poco; yo empecé siendo niño con un pito para dirigir el rebaño de ovejas que cuidábamos.

Antonio Pérez; Antoñele, como así le dicen en todo el Valle de Ricote, es más conocido que los alcaldes de los pueblos de la comarca. Polifacético y afable, allí donde haya fiesta, sobre todo con música, no puede faltar. Nació y vive en Ricote, a los siete años se hizo cargo de su familia tras la muerte de su padre, y entre infinidad de profesiones que ha realizado, la primera fue la de pastor.

- ¿Cómo se inició usted en esto de tocar la flauta?

- Bueno, más que la flauta, lo que empecé fue a tocar el pito.

- Sí, ya le comprendo, todos hemos sido niños y en el carricoche y sobre todo en las ferias no ha gustado dar el tostón tocando el pito...

- No, no, no. Está usted muy equivocado, por ahí no va la cosa. Yo de muy pequeño quedé huérfano y con mi abuelo y con otras personas mayores del pueblo les acompañaba a pastar las ovejas; ellos solían silbarles para dirigirse al rebaño o tocar un pito de caña. Y ése fue mi primer instrumento musical, había que coger un trozo de caña pequeño y que por uno de los extremos tuviese un nudo, por tanto por ahí no podía salir el aire; posteriormente con la navaja se le hacía como un pequeño corte transversal por donde soplarr. Ése fue mi primer pito de caña.

- ¿Qué tipo de caña es la mejor?

- Nosotros utilizábamos cañas secas. Cuanto más secas estuviesen, más calidad tenía el sonido.

- Pero imagino que iría usted progresando en este arte.

- Por supuesto. El siguiente paso era ya un poco más peligroso, pero a su vez más sencillo, pues sólo se trataba de cortar el trozo de caña aún más pequeño y hacerle como una lengüeta que se aseguraba por una parte para que no se desprendiese. Tenías que meterte a la boca todo el trozo de caña y al soplar esa lengüeta se movía de forma muy rápida y por tanto emitía un sonido continuo que también variaba en relación a la intensidad del soplo.

-¿Qué sonidos emitía este tipo de pito dentro de la boca?

-Era un sonido monótono, yo le diría que incluso arcaico, era como un acompasar el camino, si te mandaban al campo e ibas tarareando con este pito era como ir acompañado, se trataba de un tararear una canción pero siempre con un mismo sonido. Te servía ante todo para no sentirte sólo en mitad del campo.

- Bueno y también para educar a los animales..

- No, a las ovejas les llamabas por su nombre y ellas ya te comprendían, y si tocabas el pito era como una llamada de atención general para todas. Pero ellas son muy listas y comprendían que la que estaba más lejos del rebaño la llamada de atención iba mayormente para ella, o para el carnero.

-¿Y cuando empezó con la flauta?

- En música, como en todo, hay que ir poco a poco. La flauta de caña empecé a realizarla unos años más tarde. En este caso, ya tenías que tener nociones de distancias, unas habilidades manuales más finas, había que ser un poco más refinado. Para hacer la flauta había que coger una caña, también que estuviese bien seca, y cuanto más gruesa mejor. Debía terminar en la zona del nudo y medir casi dos palmos. A continuación, partiendo de la zona que te introducías en la boca, cortada la caña en esta punta de forma transversal, realizabas cinco agujeros equidistantes entre ellos y en línea recta para colocar los dedos.

-Entonces ya lo único que nos falta es la partitura.

-No, no hay cambio de escala, ni partitura, aunque algunos sonidos sí tienen cierta similitud con los sonidos que se enseñan en solfeo.

- ¿Cuándo hay que tocarla? Pues no veo ratones por las calles..

- Principalmente se ha utilizado para acompañar en las fiestas, para ir detrás de los músicos tarareándoles sus canciones; pero principalmente para darles las serenatas a las mujeres casaderas. Unas veces teníamos suerte y abría la ventana el padre de la pretendienta y nos invitaba a entrar a casa, y en otros casos escuchábamos desde dentro de casa cosas que realmente no te apetecían; pero nosotros sin problema, con la música a otra parte.

Fisgoneado en La Verdad.