Moriré nombrando a Paco.
3/26/2009 | Author:

La viuda de Francisco Rabal estrena mañana en el Círculo de Bellas Artes 'El tiempo es un sueño'.

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Lo dice de ella Rafael Álvarez El Brujo: «Es la santa por antonomasia, la mujer fiel, amante y sabia, que corrió siempre a la par de la modernidad, la rebeldía y el talento de un genio, Francisco Rabal». Y es que Asunción Balaguer, espléndida actriz, mimó a Rabal vivo y mima a Rabal muerto, lo mima en carne y hueso, lo mima hecho cadáver, lo mima cuando ya no es ni siquiera polvo, lo mima en sueños y despierta, y lo seguirá mimando una vez muerta. No hay forma humana, ni divina, de hablar con ella más de tres segundos seguidos sin que ponga en sus labios el nombre de Paco. Pasa incluso ahora, cuando ella es la protagonista con motivo del estreno, mañana, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, del monólogo que ha escrito y dirigido para ella Rafael Álvarez El Brujo: El tiempo es un sueño. Con este texto Asunción Balaguer revive su vida, heridas abiertas del alma incluidas, mirando al público de frente.

-¿Qué es El tiempo es un sueño?

-¡Tantas cosas! Me gustaría que fuese un canto al amor en esta época tan jodida, en la que los niños se crían sin amor, en la que no se ama a los viejos, ni siquiera muchas veces a los padres. Qué vacío, qué tristeza. Me parece muy importante recordar que existe la entrega de unos seres a otros, y que es muy hermosa, lo más hermoso que un ser humano puede hacer en esta vida.

-¿Contenta?

-Rara más bien, tengo ilusión, pero es todo muy extraño. A mis años, qué responsabilidad estar sola en un escenario ante el público. Y hablando de mi vida, nada menos.

-¿Una vida con más alegrías que penas, o al revés?

-¡Alegrías, sí! He vivido una vida muy rica en acontecimientos de todo tipo y, la verdad, todo nos ha salido muy bien y todo lo que soñábamos lo pudimos realizar. Cuando uno empieza de cero, por descontado que se agradece mucho más haber conseguido las cosas por el propio esfuerzo. En mi caso, sobre todo el esfuerzo de Paco, que trabajó muchísimo, nos permitió llegar a tener un bienestar para los nuestros y conseguir el cariño de mucha gente.

-¿Qué le dice hoy a la vida?

-Que para mí ha sido un placer haber podido nacer y haber vivido. Así es que: ¡gracias!

-¿Qué retrato hace de sí misma?

-Soy una persona mayor muy respetada y querida por bastante gente. Puedo sentirme orgullosa de haber llegado al final de mi vida con el respeto de mis semejantes.

-Semejantes entre los que se incluyen algunos de los nombres más destacados del siglo XX.

-Así es. En la vida, y sin yo hacer mucho para merecerlo, he disfrutado enormemente de viajes, de la amistad de personas muy importantes que han estado a nuestro alrededor, de reconocimientos, y de las enseñanzas de gente muy sabia: Picasso, Alberti, Buñuel...

-Es cierto que usted cae muy buen a la gente, que despierta simpatía, que mueve al afecto.

-Me doy cuenta de eso y me quedo sorprendida. La gente es muy generosa conmigo, me quiere y me muestra su simpatía en cuanto me reconoce, pero ¡yo no soy una santa, ni mucho menos!

-¿Algún sueño por cumplir?

-Uno, me queda uno. El otro que me faltaba por cumplir, que era hacer este monólogo en escena, lo puedo cumplir por fin. Es como dejar un destello de mi vida a los demás, por si a alguien le sirve. Este monólogo es como mi testamento.

-¿Cuál es el otro?

-Dejar todas mis cosas muy bien arregladas, todo muy claro, sin ninguna deuda pendiente, sin enfado o malestar alguno con nadie; e irme con el nombre de Paco en mi boca: un ejemplo para todos de bondad y generosidad. Sé que moriré nombrando a Paco.

Tranquila y en paz

-Da la impresión de que está preparada para morir, de que acepta el final con mucha tranquilidad.

-Es así. Deseo morirme, estoy preparadísima. No me da ningún miedo morir, y yo puedo morirme ya tranquilamente y en paz. Eso sí, quiero irme dejando un buen recuerdo, al menos en la gente que te quiere. Que quede todo muy claro y muy limpio. Siempre nos ha gustado a Paco y a mí pagar todas nuestras cuentas.

-Paco, Paco, siempre Paco.

-Lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido encontrar a mi pareja, haber conocido el amor de verdad. Lo peor, quedarme sola. Aunque tengo a mis hijos, cada cual tiene su propia vida. Realmente, cuando falta tu compañero te quedas muy sola.

-¿Alguna vez lamentó haberse casado con Paco Rabal?

-Jamás. Hubo momentos de duda, claro, y en algún momento llegué a intentar irme... pero sin arrepentimiento.

-¿Por qué las dudas?

-Las circunstancias eran adversas y hacían que te planteases romper.

-¿Su fama de ligón y de vividor fue el problema?

-No, no fueron los ligues el problema. No sé cómo explicarlo, pero a veces no lo entendía, no llegaba a comprenderlo, y eso me hacía pasarlo mal.

-¿Tenía la sensación de no estar a la altura?

-Exactamente, quería comprenderlo y no podía. Pero, al final, lo entendí todo y me alegré de no haber dado un mal paso.

-¿Experimentó en alguna ocasión la depresión, la desesperanza?

-La depresión la he conocido poco, la verdad, porque siempre que me ha pasado algo he buscado una puerta que abrir para salir de esa situación. He sido bastante valiente. Incluso ahora, que estoy bastante mayor, sigo buscando puertas cuando las cosas se tuercen.

Injusticias

-¿A Asunción Balaguer le sigue interesando la política?

-Sí, claro. A Paco siempre le interesó la política como una forma de conseguir el bien de sus semejantes. Él sufría con las injusticias y se ponía del lado de los necesitados, y yo tengo la sensación de que he heredado esa forma de ser suya. Él me enseñó a no dejar de preocuparme por los demás, y si lo hiciera sentiría que lo estoy traicionando. Sigue dando muchísima pena ver a la gente que sufre.

-¿Qué sigue admirando hoy de él?

-Su gran capacidad para ver lo que era injusto y se lanzaba como una fiera a denunciarlo. Era muy impulsivo ante la injusticia.

-Hubo quien intentó ver en su defensa del comunismo algo de pose, de ir a la contra.

-¿Pose? ¡Qué va! Era un hombre de izquierdas de los de verdad, y muy crítico. No soportaba que la gente no se comportara con honestidad. Es tan difícil encontrar personas honestas, sobre todo en la política. Él ayudaba a todo el mundo, a gente de todas las ideas, y a él también es cierto que lo ayudó más la gente de derechas que la de izquierdas, quizás porque era la que más podía.

-¿Cómo logró el respeto de todos?

-Porque nunca cambió de forma de ser ni de pensar. Lo saben todos los que le conocieron. Era un hombre honesto, bueno de verdad.

DÓNDE Y CUÁNDO

Obra.El tiempo es un sueño (monólogo).

Autor. Rafael Álvarez El Brujo.

Dirección. Rafael Álvarez El Brujo.

Dónde. Círculo de Bellas Artes. Madrid.

Cuándo. Mañana -20.00 horas-, sábado -20.00 horas-, y domingo -19.00 horas-.

Entrada. 9 euros. Viernes 27 de marzo, Noche de los Teatros: 6 euros.

De qué va. En El tiempo es un sueño, Asunción Balaguer ha puesto en manos de El Brujo sus experiencias, alegrías, tristezas, inquietudes, ambiciones y talento teatral. En este monólogo, la actriz descubre al público su vida y rinde homenaje a su marido, el enorme Paco Rabal.

Fisgoneado en La Verdad.

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