Con el libro 'Datos para la historia de la sanidad murciana del siglo XX' «deseo rendir homenaje a la Academia de Medicina de Murcia», cuyo bicentenario se celebra el próximo año.
El doctor Antonio Martínez Hernández nació en Fuente Álamo, aunque su infancia y juventud discurrió en Totana. Ha trabajado en varios hospitales de Madrid, Inglaterra y Cartagena. Fue pionero de técnicas de anestesia cardio-pulmonar y neuroquirúrgica. Ha dirigido en Murcia diez cursos internacionales y un Máster en Dolor Crónico con el profesor Barcia, además de numerosos symposium y seminarios sobre reanimación y anestesia. Tiene varios libros publicados y en la actualidad es el secretario general de la Real Academia de Medicina. Con motivo del Bicentenario de la citada entidad, acaba de publicar el libro titulado Datos para la historia de la sanidad murciana en el siglo XX.
- ¿Qué destacaría de su último libro sobre la sanidad murciana?
- La figura de tres grandes profesionales de la medicina, como son Claudio Hernández- Ros Navarro, Román Alberca y Antonio Guillamón. Creo que ellos dieron un gran impulso a la práctica de la medicina en Murcia. Se sucedieron en el tiempo, pues cada uno de ellos vivió en una etapa distinta del siglo XX, y fueron personajes de los que dejan grata memoria.
- ¿A qué se debe que haya decidido investigar la sanidad murciana en el siglo XX?
- Por la importancia de su evolución y el deseo de rendir homenaje a la Academia de Medicina de Murcia, cuyo bicentenario se celebrará el próximo año. A principios del siglo XX , al no existir Facultad de Medicina en Murcia, toda la sanidad giraba entorno a dos instituciones, el Hospital provincial y la Academia.
-¿Por qué considera que los citados doctores fueron tan importantes?
-Antonio Guillamón fue director del entonces Hospital provincial, revolucionó el sistema asistencial del centro, mejoró las salas, los medios diagnósticos e incorporó la medicina nuclear. También abrió las puertas del Hospital a la gente joven para que pudiera practicar y no olvidó lo aprendido durante la carrera. Fue el origen del gran boom hospitalario que se creó en la Región en los años sesenta, ya que al existir buenos profesionales, surgieron diversas clínicas privadas como Mesa del Castillo, el propio hospital de la Cruz Roja o el hospital Consolación de Molina de Segura, dando salida al colapso de enfermos que tenía la Seguridad Social. La figura del MIR no se crearía hasta el año 1981.
- De Hernández Ros ¿qué destacaría especialmente?
- Sobre su figura giró toda la medicina murciana del primer tercio del siglo XX. Siendo un gran internista, fue también un excelente cirujano, muy por encima de los que había en España por esa época. Realizó con éxito numerosas intervenciones quirúrgicas que fueron un avance importante en la cirugía de la época.
- ¿Qué aportó a la medicina murciana el doctor Alberca ?
- Fue el factótum de la medicina y psiquiatría murciana durante la primera mitad del siglo XX. Fue el último decano que tuvo la Beneficencia Provincial, entidad que funcionó durante la primera mitad del siglo XX. De todas formas, aunque he destacado esas tres figuras, en la historia de la medicina murciana de esa época hay nombres muy valiosos y destacables.
- ¿Cuál es el origen del antiguo Hospital Provincial de Murcia?
- Es una de las más antiguas instituciones hospitalarias de España. Sus orígenes se remontan a la reconquista de Murcia por el rey Sabio y donó a los frailes templarios la torre de Caramajul en el Alcázar Nassir para construir el hospital de Nuestra Señora de Gracia. En 1617, el obispo Marqués de Prado lo cedió a los hermanos de San Juan de Dios. Durante la guerra de la Independencia fue llamado Hospital Cívico Militar de Murcia. Fue trasladado al lugar que hoy ocupa el moderno hospital Reina Sofía.
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