Buena ocasión se presenta en este día de su festividad para una breve hagiografía de Santa Florentina y sus hermanos. Bajo la advocación de la santa se encuentran una parroquia emblemática del Ensanche cartagenero y la de La Palma. Una catedral, la de Campana en Argentina, está igualmente a ella dedicada.
Hijos del noble hispano-romano Severiano, Leandro e Isidoro fueron arzobispos de Sevilla y jerarcas influyentes en la Iglesia de su época, tanto que desempeñaron un destacado papel en la conversión al catolicismo del rey visigodo Recaredo en el III Concilio de Toledo celebrado en el año 589. Todos hemos estudiado que Isidoro escribió las Etimologías, una recopilación de todo el saber de su tiempo, algo así como el Internet del momento. Para muchos uno de los grandes intelectuales de la cultura occidental y teórico de primera hora de la unidad nacional bajo la religión, la legislación unificada y la monarquía.
Se considera a Fulgencio Obispo de Cartagena, por eso fue nombrado patrón de nuestra diócesis, y a Florentina abadesa de Écija y fundadora de cuarenta conventos más. Las reliquias de estos dos hermanos menores fueron halladas en la localidad cacereña de Berzocana en 1223 por un campesino que araba sus campos. Allí se les venera con gran fervor, estando hermanada esta hermosa localidad serrana con Pozo Estrecho y La Palma.
Precisamente en esta solemne jornada la asociación de vecinos que preside Mari Carmen Saura entrega la Palma de Oro a Rafael Ortega, colaborador de este diario, desde cuyas páginas difunde a los lectores la épica de lo cotidiano, los aconteceres de La Palma y sus reivindicaciones. Como hizo con el libro de su autoría: La palmera y el pilón, por cuyas páginas deambulan, para alabanza de aldea, personajes populares en escenas costumbristas, la memoria oral de un tiempo ido pero que con los etnógrafos adquiere una elevación a lo alto, un toque de resurrección, como dice nuestro querido Paco Henares.
Rafael Ortega contribuyó a animar vocaciones troveras, presentó veladas y fue principal impulsor del monumento al rey Marín, busto de Maite Defruc que se ubica en el pueblo que lo vio nacer.
Durante 19 años ejerció de vicepresidente del Centro Cultural y Deportivo, entidad organizadora de los Juegos Florales del Campo de Cartagena que este año ha contado con dos invitados de lujo: el profesor de Arqueología Javier García del Toro y el abogado y escritor Manuel Martínez Pastor. El primero partidario apasionado de la provincia de Cartagena y el segundo de la constitución de La Palma en ayuntamiento.
Además Ortega es todo un héroe pues mantiene una de las escasas viñas que quedan en el Campo de Cartagena, cultivada ahora por alumnos de la Universidad Politécnica para que sigamos paladeando el exquisito vino del terreno.
Rafael, que formó parte de comisiones de las fiestas en honor a Santa Florentina durante tres décadas, hoy portará en procesión su imagen por las calles de su amado pueblo entre clamor de cohetes, volteo de campanas y los alegres compases de la banda. El eterno retorno de la primavera.
José Sánchez Conesa.
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