En la huerta de Beniel existe un microclima muy especial que favorece la producción de tomates 'cherry'.

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Jesús Canovas vive en pleno centro urbano de Beniel, si bien no ha dejado su afición y amor a la huerta, a la que se ha dedicado durante muchos años como medio de vida. Dispone de una parcela junto al Reguerón de Horcajo y al amparo de la Sierra del Cristo en la que crecen las mejores exquisiteces huertanas y que hay que mimar como si se tratasen de verdaderas macetas de flores. Lo más llamativo es la variedad y curiosidad de sus productos agrícolas que dan colorido a los caballones plantados de tomates cherry.

- Perdone, pero yo conozco algunas variedades de tomate: de retallo, de pera, de chupeta, culeros, de mucha miel..., pero ¿Por qué se les llaman a estos cherry cherry?

- Si quiere que le diga la verdad yo no soy hombre de muchos estudios, casi siempre me he dedicado a buscar aquellas hortalizas que más me han gustado o me han llamado la atención, también las más productivas y las que mis familiares han tenido el gusto que plante. De estos tomates dicen que tienen nombre muy a lo fino, vamos que dicen que son franceses y que se llaman así porque son como tomates en forma de fresas.

- Pues mirándolos bien sí andan por ese camino, pues tienen un rojo muy intenso y a su vez son diminutos y están en ramillete, pero las fresas se crían a ras de tierra.

- Mire, a mí no me van los enredos de comparaciones y filosofar sobre los tomates, lo que sí tengo que decirle que estos están riquísimos, muy dulces y además las plantas son muy llamativas.

- No, si no es mi interés contradecirle en ningún caso, pero yo sólo lo digo por aquello del nombre que le ponen similar a las fresas. ¿Cuándo hay que plantar estos tomates?

- Normalmente los planto en marzo o abril a dos palmos de distancia cada mata y luego crecen una barbaridad, algunas las he medido y superan los dos metros de longitud.

- Pues duro lo tiene usted para mantenerlas&hellip.

- No. Es muy fácil, y a su vez muy práctico pues como ve hago una bardiza con cañas de aproximadamente dos metros de largas; las clavo en tierra separadas a medio metro unas de otras y una frente a la otra en el caballón, cruzándolas en las puntas. Luego ato a estas otras cañas de forma longitudinal para que puedan irse sosteniendo las plantas de tomates.

- Pues cogerá usted un montón de kilogramos de tomates&hellip.

- Eso sí que es verdad, son plantas muy productivas, y además muy resistentes pues se mantienen frescas y en producción varios meses, incluso después de Navidad. Aquí en la huerta de Beniel existe como un microclima muy especial pues está entre dos montañas, sobre todo al amparo de una de ellas, la Sierra del Cristo y muy cerca de cauces de agua como el Segura. Estas plantaciones se cuidan mucho para las fiestas navideñas, así es como ahora puede usted estar viendo que se venden en tantas tiendas. En cuanto a la producción, como usted me decía, algunas plantas pueden producir hasta veinte kilogramos; es algo increíble.

- ¿Sirven para preparar algún plato en especial?

- No, se comen como lo que son, como tomates; aunque en algunos casos se utilizan para adornar el plato y producen un colorido muy especial por su forma e intenso color.

- ¿Son afrodisíacos?

- (Se rasca la cabeza) Pues no sé qué decirle, la verdad que animan mucho a la mesa y al comerlos en muchos casos se introducen enteros en la boca y al hincarles el diente estallan en la boca, vamos que da gusto comerlos; en cuanto a los efectos posteriores no sé, aunque siempre me han dicho que antiguamente a los tomates se les llegó a llamar la fruta del amor y que incluso estuvo prohibida porque creían que (guarda silencio), pues eso, que volvían a las personas muy loquillas.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 1/11/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.