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Escuchar a Pedro Víctor López es dejarse llevar por la misma música. La tonalidad de sus palabras, el énfasis que realiza en determinados términos, hace mecerte en el disfrute del lenguaje. Estudió en el Conservatorio de Murcia, donde se especializó en violonchelo, y en Holanda aprendió canto. Se dedica a la música vocal en el contexto de la música antigua y compagina la dirección de coro Ménade de Las Torres de Cotillas con la música antigua y medieval de grupos fuera de la Región. Fue director de la coral municipal de Jumilla.

-¿Por qué han elegido el nombre de Ménade para su coral?

-Es un nombre tomado de la mitología. En concreto Ménade era cada una de ciertas sacerdotisas del dios Baco que, en las celebraciones de los misterios, eran las encargadas de animar el ambiente con frenesí. En nuestro caso concreto ese frenesí lo entendemos como una ruptura. La música te va abriendo un camino donde los prejuicios y aquellas cosas que nos hacen rígidos se eliminan, no pueden existir. Nuestra coral entiende la música como una especie de bálsamo para la vida.

-¿Qué situaciones hacen rígida a la persona?

-Es un proceso que lo vamos adquiriendo y cada vez reafirmando más a lo largo de la vida. Digamos que cuando somos niños somos vírgenes, sin ataduras, todo podemos verlo con unos ojos limpios y sin limitaciones. Conforme crecemos en edad, los medios que nos rodean nos van poniendo límites y cuando llegamos a una edad madura sufrimos por ese lastre que hemos ido acumulando y que pesa sobre nosotros mismos. El cantar nos ayuda a realizar una regresión a estadios anteriores, hasta la niñez.

-¿Todas las corales están formadas por personas adultas?

-No. Las hay de niños, de chavales pequeños. Depende de la tradición musical de cada lugar. En algunos pueblos donde la tradición coral no está muy arraigada normalmente se inicia con la población adulta.

-En su caso concreto, ¿es el hombre o la mujer la que predomina con la partitura entre las manos?

-Normalmente suele haber una participación equitativa entre los hombres y las mujeres; si bien son las mujeres las que al final tienen más constancia que los hombres. Ahora se está creando el coro juvenil con la participación de personas entre los 18 y los 30 años. También el coro infantil a partir de los 8 años.

-¿Qué grupo es el que se ha consolidado?

-Se ha consolidado el grupo titular, compuesto por personas adultas y con una media de edad entre los 30 y los 65 años de edad.

-¿Cuánto se precisa para subir al escenario una coral?

-En nuestro caso hemos tenido un periodo de incubación de dos años de intenso trabajo. Existe un proceso de madurez y creación del mismo grupo hasta llegar a homogeneizar las voces que se precisan para poner la coral en su punto.

-¿Cómo se siente la persona a la que se le invita a que no continúe?

-Habitualmente a nadie se le ha dicho esto. Toda persona que tiene una voz hablada tiene también una voz cantada; si no padedes ningún problema físico que afecte al habla, todo el que utiliza bien la voz puede cantar; si bien existen personas con una mayor predisposición a cantar. En otros casos puede haber un problema, la solución está en visitar el otorrino antes de iniciarse en el canto.

-¿Qué concepto tiene de la música la coral y el canto polifónico?

-La música para la coral es algo que hay que hacer para ser feliz, y ello no quiere decir que la profesionalidad es patrimonio del que cobra por cantar, sino del que asiste a los ensayos y siente amor por cantar. La polifonía, a nivel personal, es la sensación que uno experimenta con las voces. Va más allá de lo básico que es escuchar a una persona. Cuando escuchamos a varias personas y en tonos diferentes surge una armonía y eso es terapéutico.

Olisqueado en La Verdad.

This entry was posted on 1/10/2010 and is filed under , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.