Murcia es una potencia en el mercado de los trajes de novia; aquí se produce, se diseña y se fabrica.

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Cientos de novias buscarán por estos días «el traje de su vida», como lo define esta historiadora, experta en vestimentas y en la evolución del zapato, entre otros ornamentos. De su saber, Cristina Torres-Fontes Suárez revela que la emperatriz Sissi impuso los botines, que la reina Isabel de Valois nunca repitió un traje en público, que Cayetana de Alba lució en su boda la tiara que Napoleón III regaló a Eugenia de Montijo. Tal vez las novias no aspiren a tanto, pero pueden robar la tradición nipona de lucir plumas de cola de ave fénix, que simbolizan la virtud.

-¿Dónde tiene su origen la tradición del traje blanco y esa parafernalia de las novias?

-De principios del siglo XX. Antes no había color definido. El blanco surge, no como símbolo de pureza, sino de riqueza. Las clases sencillas van de oscuro, tal vez con una flor en la solapa. Fue la boda de la reina Isabel de Inglaterra con Felipe de Edimburgo el detonante de las bodas espectaculares, cuando las casas convierten a las novias en princesas de cine.

-¿Y antes, cómo se casaban?

-En el Renacimiento, se sabe que se casaban con túnica blanca y capa púrpura, con adorno de corona de flores. Los anillos, las flores, la corona, son tradiciones antiguas. Las flores son símbolo de juventud y frescura, como las hojas de robles adornan las coronas de los jinetes o las de laurel de la victoria.

-¿En la novia, qué dice el lenguaje particular de los zapatos?

-Hay una tradición oriental por la que el novio regala a la novia los zapatos, que son de tacón muy alto, porque quiere decir que será el único momento en que podrá estar por encima de él.

- En la tradición de la boda, hemos evolucionado poco ¿no?

- Se ha mantenido toda la parafernalia hasta ahora, pues se busca perpetuar esos instantes inolvidables. Una boda es un rito de paso, y el traje de novia es el más efímero pero el más buscado. Vive sólo un día, y termina de colcha, de traje de cristianar o de pasto de polillas.

-¿Qué boda de la historia destacaría como la más espectacular?

-Todas esas mujeres icono de la elegancia han protagonizado bodas destacadas. Por ejemplo, el traje de Valentino para Jackie Kennedy en la boda con Onassis. Las bodas han tenido siempre un componente mercantil. Los poemas de amor, como los de Dante a Beatriz, no se dirigen a las esposas. Hasta el siglo XIX no surge el amor en el matrimonio, y todo se complica. De hecho, cuando se casó el Príncipe de Asturias, nos recordaron que su misión es dar un heredero a la Corona.

-Del traje de novia de Diana de Gales se dijeron maravillas, pero ahora se tilda de horror.

-Es que las modas evolucionan, y el traje de novia sigue sus directrices.

-¿Por eso la princesa Leticia eligió un clásico?

-Creo que eligió a Pertegaz por ser uno de los grandes de la costura que quedaban, pero creo que a ella no le interesaba demasiado la moda.

-Otro traje muy comentado fue el de Camila Parker Bowles, ¿cree que resolvió bien aquella cuestión tan delicada?

- Muy bien. No tenía edad de blanco ni de velo.

-¿Qué boda de la historia es su preferida?

-La boda de Grace Kelly fue cinematográfica. Era ficción y realidad al tiempo.

-¿Y una boda que es mejor olvidar?

-Todas las que saben que tienen a los medios pendientes y que son pasto de peluquerías, tienen una corte de asesores.

-¿Murcia es una potencia en el mercado de los trajes de novia?

-Sí. Aquí se produce, se diseña y se fabrica. Y algunas formas se expanden por Europa.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 5/09/2009 and is filed under , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.